La ley permite practicar ciertos abortos a profesionales sanitarios que no tienen el título de médico y amplia la posibilidad de hacerlo también en el tercer trimestre de gestación si la salud de la madre está en riesgo o si el feto no es viable, algo que ya recogía la jurisprudencia estadounidense
Andrew Cuomo, el gobernador del estado de Nueva York, fue monaguillo en su infancia, cuando se crió en el barrio de Queens, en la ciudad de Nueva York. Ahora, diferentes voces de la Iglesia Católica han pedido su excomunión, después de que firmara la legislación que amplía los derechos de las mujeres sobre aborto.
La nueva normativa, impulsada y ratificada por Cuomo, se aprobó la semana pasada en la asamblea legislativa de Nueva York, en coincidencia con el 46º aniversario de la sentencia «Roe v. Wade» del Tribunal Supremo de EE.UU., que consagró el derecho al aborto en el país.
La ley sustituye a una anterior, aprobada en 1970, y traslada la legislación sobre aborto del código penal estatal al código de leyes sanitarias, permite practicar ciertos abortos a profesionales sanitarios que no tienen el título de médico y amplia la posibilidad de hacerlo también en el tercer trimestre de gestación si la salud de la madre está en riesgo o si el feto no es viable, algo que ya recogía la jurisprudencia estadounidense.
El apoyo rotundo de Cuomo a la normativa ha enfadado a la comunidad católica. El gobernador no solo firmó la legislación, también lo celebró con iluminación de color rosa en edificios emblemáticos del estado, como la torre del One World Trade Center de Nueva York.
El obispo de Tennessee, Rick Stika, aseguró en Twitter que, si dependiera de él, excomulgaría a Cuomo. «La votación es tan vil y espantosa que merece eso», dijo Stika, en una opinión en la que coincidieron otros católicos, incluidos obispos.
El obispo de Albany -capital del estado de Nueva York y la ciudad donde Cuomo tiene su Gobierno-, Edward Scharfenberger, dijo este fin de semana en la cadena Fox News que compartía «la indignación y el enfado» de quienes piden la excomunión de Cuomo. Scharfenberger aseguró que la medida debe ser el «último resorte», pero añadió que «si el gobernador sigue distanciándose de la comunión, podría acabar por desgracia en ello».
La decisión al respecto recaería en el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, y nada indica que vaya a hacerlo. Dolan aseguró este lunes, también en Fox, que tomar esa medida sería «munición» para los defensores del aborto. Antes, su portavoz, Joseph Zwilling, había defendido que «según la ley canónica, la excomunión no es la respuesta apropiada a un político que apoya o vota legislación a favor del aborto».
No es la primera vez que ni Cuomo, ni su familia, tienen problemas con la Iglesia, a pesar de provenir de la italiana, con fuerte implantación católica. Su padre, Mario Cuomo, que fue gobernador del estado durante tres mandatos, también fue amenazado con la excomunión. por su apoyo al aborto. Al actual gobernador también le han criticado su respaldo al matrimonio homosexual y su vida personal, en la que convivía con su novia tras haberse divorciado. En una ocasión, reconoció que miembros del clero le había dicho que se quemaría en el infierno por sus acciones. «El problema con esa amenaza es que, una vez que saber que vas a arder en el infierno, al menos ya decides hacer lo que es correcto», dijo.