El portavoz del Mundial alega que los asistentes deben «respetar» las «creencias, religión y cultura» del país islámico.
Mientras buena parte del mundo celebra el día del Orgullo LGTBI, hay zonas del planeta que no aceptan todavía, en pleno 2022, la igualdad y los derechos humanos cuando estos atañen a ciertas personas. Es el caso de Catar, en el golfo Pérsico, que probablemente hoy no sería noticia si no fuera porque este país va a acoger el Mundial de fútbol el próximo otoño.
Según informan medios como Onda Cero y El Mundo, el portavoz del Mundial de Catar, Nasser Al-Khater, afirmó este martes ante la prensa que “quien luzca la bandera LGBT en la próxima Copa del Mundo” se enfrentará a penas de cárcel de entre “7 y 11 años”. “Estamos en un país islámico, se debe respetar nuestra religión, creencias y cultura”, ha advertido Al-Khater.
Catar 2022 | #Radioestadio
— Radioestadio (@Radioestadio) June 27, 2022
?Portavoz del Mundial de Catar
“Quien luzca la bandera LGBTQ en la próxima Copa del Mundo de fútbol, será arrestado por 7 u 11 años. Estamos en un país islámico, se debe respetar nuestra religión, creencias y cultura" pic.twitter.com/GQHF3EFlVF
Atrocidad tras atrocidad
Desde que se anunció la elección de Catar como sede del Mundial, todo ha estado rodeado de polémica, desde la muerte de miles de personas migrantes en la construcción de los estadios, hasta el trato degradante que sufren las mujeres y el colectivo LGTBI en el país.
El mes pasado, Catar trató de minimizar la cuestión señalando que las personas LGTBI eran bienvenidas al Mundial, pero matizó: “Con respeto”. “Todos son bienvenidos en Doha, no le impedimos la entrada a nadie por tener un trasfondo diferente o creencias diferentes”, afirmó el emir catarí, el jeque Tamim Al Thani, en Berlín, ante la pregunta de un periodista sobre las parejas del mismo sexo que quisieran acudir al torneo. El emir enseguida remarcó que espera también que los aficionados “respeten nuestra cultura”.
El sistema judicial catarí se basa en la sharía o ley islámica, que considera la homosexualidad como falta grave. Los actos homosexuales se castigan con varios años de prisión en Catar, pese a ser considerado uno de los países islámicos más ‘moderados’.
Colectivos LGTBI ya solicitaron a la FIFA que el país del Golfo no organizara la competición futbolística cuando el director general del Mundial Qatar 2022 afirmó que las parejas del mismo sexo no debían sentirse “inseguras” en el campeonato, pero las ‘animó’ a evitar las muestras de afecto en público.
Otras personas han criticado la “hipocresía” de la FIFA, que estos días luce los colores arcoíres en su logo de Twitter, aparentemente ajena a lo que le sucede al colectivo LGTBI (entre otros) en el país donde se celebrará la Copa del Mundo en sólo unos meses.