Autoridades civiles y policiales de Pesháwar han tomado esta decisión de espaldas al Gobierno y argumentan que no podían garantizar la seguridad de los invitados a la presentación
Autoridades civiles y policiales de Pesháwar han prohibido la presentación del libro Yo soy Malala que estaba prevista para hoy en la universidad de esa ciudad del noroeste de Pakistán. "Nos dijeron que el libro era polémico y que no se podía autorizar su presentación", denunció esta mañana el director de la Fundación Educativa Bachá Khan, Khadim Husein, uno de los organizadores del acto.
Tras ser objeto de un ataque talibán en octubre de 2012 por su defensa del derecho a la educación, la joven paquistaní Malala Yousafzai lanzó el año pasado un libro con su historia que se ha convertido en un enorme éxito de ventas mundial. Según Husein, la organización recibió presiones de todo tipo, incluyendo llamadas desde dos ministerios regionales, cartas de la Policía y, finalmente, una notificación del propio rectorado anunciando la prohibición del acto. "Hasta donde sé es la primera prohibición real de una presentación del libro en Pakistán", afirmó Husein.
"Nos llamó incluso directamente el ministro regional de Información, Sha Fermán, y nos dijo que las autoridades tenían que autorizar primero el acto, a lo cual nosotros contestamos que nos amparan la libertad de expresión y la de cátedra", añadió. "Es un asunto político, pero al acto fue prohibido porque el tema de la presentación era ajeno a la universidad", dijo el secretario del ministro, Ehsán Ulá, visiblemente molesto por los requerimientos de la prensa sobre el asunto.
Las autoridades locales
El responsable del otro Ministerio implicado por Husein en las presiones, el ministro de Gobierno Local Anayat Ulá, negó en declaraciones al diario local Dawn haber hecho ninguna gestión al respecto. "Era una situación de riesgo. No podíamos garantizar protección a todas las personalidades invitadas, así que ordenamos cancelarlo", reconoció a Efe un miembro de la jefatura de Policía de Pesháwar, Javed Khan.
"Habíamos invitado a unas 150 personas, incluidos miembros del rectorado y de los partidos de Gobierno, queríamos que todo el mundo estuviera representado", dijo Husein, quien aseguró que el acto ha sido pospuesto, pero que se va a celebrar en otro lugar de Pesháwar. "El libro de Malala toca dos temas clave para nuestro país, que son la educación y la libertad de expresión, que son negados a muchos ciudadanos de esta provincia (Khyber-Pakhtunkhwa) y de las zona tribales", afirmó con vehemencia el director de la fundación.
Los ministros mencionados por la organización pertenecen a dos de los partidos de la coalición de Gobierno regional. Anayat Ulá pertenece al minoritario partido islamista Jammat-e-Islami, mientras que Fermán es miembro del PTU, la formación populista liderada por la exestrella del cricket local Imrán Khan. Precisamente Khan ha manifestado hoy a través de su cuenta de Twitter su desacuerdo con la prohibición del acto: "No entiendo porqué se ha detenido la presentación del libro de Malala. El PTI cree en la libertad de expresión y debate, no en la censura".
El libro de Malala toca dos temas clave de Pakistán: la educación y la libertad de expresión Originaria del valle de Swat, ubicado en Khyber-Pakhtunkhwa y a poco más de cien kilómetros al norte de Pesháwar, Malala salvó la vida de milagro tras ser tiroteada en la cabeza cuando volvía a casa desde la escuela en un ataque reivindicado por los talibanes. La joven, entonces de 15 años, había saltado a la palestra años antes al saberse que ella era la autora de un blog en la web de la televisión pública británica bajo el seudónimo de Gul Makai durante el dominio talibán de su región entre 2008 y 2009.
Fue en esa época cuando muchos niños, y sobre todo muchas niñas, se quedaron sin escuelas primero por la prohibición de los talibanes y luego por los intensos combates que duraron casi medio año. Eso catapultó su fama en Pakistán y le dio cierta notoriedad internacional, en parte por el impulso de su padre, propietario de una escuela en Mingora (principal ciudad del valle), aunque esa misma fama le acarreó cada vez más enemistades entre los radicales.
Su discurso -y algún comentario considerado provocador en Pakistán, como decir que tenía como referente al presidente estadounidense, Barack Obama- acabó llenando el vaso de la ira de los extremistas, que enviaron a sus pistoleros a Mingora.
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