“Es casi el doble de dinero, pero nadie nos avisó hasta nueve días más tarde”.
Los padres y madres del Colegio Público Narciso Sánchez de Lluniego llevan varios días movilizándose por “un comedor asequible para todos”. Tras más de catorce años con un precio de 3,53 euros por menú, la licitación del comedor del colegio a una nueva empresa sin previo aviso ha elevado el coste hasta los 6,86 euros. Esta mañana se han concentrado por segundo día consecutivo frente a la Junta General del Principado para exigir unos precios asequibles en el comedor que permitan la conciliación familiar.
“El día 21 me llamaron del colegio, a mí y a todos los padres, para informarnos a posteriori de que había cambiado la empresa que lleva la cocina del centro”, explica Enrique Suárez, padre de un alumno de 2º de Primaria. “Esa licitación se había adjudicado el día 8, y la nueva empresa empezó el día 12, que es cuando se empiezan a aplicar los nuevos precios. Es casi el doble de dinero, pero a nosotros nadie nos avisó hasta nueve días más tarde”, protesta. Esta subida de precio le supondría a Suárez pasar de pagar 75 euros al mes por el comedor a pagar 150: “Y por suerte yo solo tengo un crío, imagina si tienes dos o tres…”.
El colegio tiene un total de 82 alumnos, muchos de ellos de los pueblos cercanos a Lluniego, por lo que buena parte del alumnado recurre el servicio de transporte, dependiente de la Consejería de Educación, que incluye también el comedor. En total, más de la mitad de los alumnos del centro utilizan el servicio de comedor, que es de los pocos que dispone de cocina en el colegio y no recurre al catering.
Estos últimos días, al conocerse la subida del precio del menú, asegura Suárez “la mitad de los que iban al comedor se han dado de baja, porque no pueden pagar eso”. Esto, a su vez, compromete la rentabilidad del mismo y los puestos de trabajo: desde el pasado viernes, las tres trabajadoras del comedor del colegio están en ERTE.
“Todos sabemos lo que puede acabar ocurriendo”, lamenta Suárez, “y es que va a cerrar el comedor. Esto influye mucho en la conciliación familiar. Si la oferta del colegio deja de ser atractiva, eso es algo que afecta directamente a Lluniego y a su futuro”. Bajo su punto de vista, “es algo que trasciende el tema económico. Si estamos intentando defender las zonas rurales hay que echarles un cable, no meterles dinamita. Mucha gente se vino a vivir a Lluniego precisamente por el colegio”.