Los padres del joven Mohamed Cheij uld Mjaitir, condenado a muerte por «blasfemia» para con el profeta Mahoma desde finales de 2015, han huido de Mauritania hasta Senegal, donde han pedido asilo al gobierno francés, supo Efe de fuentes judiciales en Nuakchot.
El padre y la madre de Mjaitir, encarcelado en el corredor de la muerte en Nuakchot, cruzaron clandestinamente el río Senegal (frontera sur del país) y se dirigieron a Dakar, según esta fuente, que pidió el anonimato.
En Dakar, ambos se presentaron ante la Embajada de Francia, donde pidieron asilo político argumentando que temen por su vida en Mauritania.
Reconocido culpable de blasfemia y apostasía, su hijo fue condenado a muerte en diciembre de 2014, y el veredicto fue confirmado en apelación en abril del año siguiente.
El próximo 20 de diciembre, el Tribunal Supremo, última instancia jurisdiccional, debe pronunciar una sentencia sobre su caso.
En el país hay una presión popular sin precedentes, en las calles y las mezquitas, para exigir la ejecución de Mjaitir.
Hace varios días, y en presencia del mismo presidente del país, Mohamed uld Abdel Aziz, y de varios embajadores, un participante en un concurso cultural en el norte del país leyó un poema donde públicamente pedía la ejecución del «apóstata».
A finales de diciembre de 2014, el Tribunal de Primera Instancia de Nuadibú (noroeste de Mauritania) condenó a muerte al joven por publicar en enero de ese año un artículo en el que criticaba al profeta Mahoma y esa sentencia fue confirmada el pasado abril por la Corte de Apelación de la misma ciudad.
En su artículo, el joven escribió que «la injusticia» practicada hoy en día contra su grupo «ya fue también ejercida anteriormente por el propio profeta Mahoma durante su vida».
A pesar de existir en el Código Penal mauritano y de que los tribunales la pronuncian, la pena capital no se ejecuta en Mauritania desde la década de 1980.