A su estilo, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez hizo declaraciones controvertidas nuevamente. Elige temas tabúes para colocarse en el ojo del huracán, para acaparar la atención de la implacable prensa.
A la controversia que causó con “las mujeres no deben de andar provocando, por eso hay muchas violadas” o “los gays son una minoría que no me preocupa”, sumó su opinión en el sentido de que las escuelas y los libros de texto (de la Secretaría de Educación Pública) incitan a los niños a la perversión.
El cardenal emérito de la Arquidiócesis de Guadalajara, dijo: “Yo creo que la perversión de la juventud, a veces programada desde las escuelas, es un mal inmenso que quita la inocencia y orienta a los que apenas van creciendo, los orienta al libertinaje. Vengan a ver los libros de texto a ver qué se les enseña a los niños de primarias y secundarias”.
Durante la Eucaristía de Patrocinio de la Virgen de Zapopan mencionó que esta perversión se debe en gran medida a la corrupción que se vive en el país y debido a que la iglesia es denigrada constantemente.
“La corrupción general de personas e instituciones, esa corrupción que está llegando al colmo, en la que estamos haciendo fondo; una corrupción que va acompañada de descaro, una desvergüenza que no se había visto en otros siglos”.
Sandoval encabezó en mayo pasado, junto al Arzobispo de San Luis Potosí, monseñor Carlos Cabrero, un “Magno exorcismo” con el fin de que el número de abortos y de crímenes violentos bajaran en el país.
“Que se vaya tomando conciencia de la gravedad de la situación en México, y que ojalá se multiplique esto que hicimos”, alentó el Arzobispo emérito de Guadalajara.
De igual forma condenó que “un país llegue a despenalizar el aborto, un país cristiano, eso es lo trágico, es ya un pecado mucho, muy grave”.