“Esperábamos que les hiciera cambiar a los 80 obispos que citó a Roma”
“Han mentido tanto que no podemos ni queremos creerles que el Papa les haya dejado irse de rositas habiéndoles convocado a los 80 miembros de la Conferencia Episcopal Española”
“Claro que estamos decepcionados, en primer lugar, por no acudir ningún representante del papado a la conferencia de prensa posterior, lo que nos deja sin poder contrastar su opinión”
“Indignados por la valoración del presidente de la CEE declarando que no ha habido ninguna mención a los abusos. Parece más una impresión de ‘esta vez no nos han pillado’ que la negativa de que los haya habido”
¡Qué pena Papa Francisco! Nosotros esperábamos que les hiciera cambiar a los 80 obispos que citó a Roma en el tema de la pederastia. Suponiendo que el cardenal Omella haya dicho la verdad en la rueda de prensa posterior, no les ha dicho nada sobre la responsabilidad de la CEE en los abusos.
En cambio, el Papa sí se reunió por la tarde en su residencia de Santa Marta, dentro del Vaticano, con víctimas de abusos francesas que sufrieron las agresiones por parte de clérigos de la diócesis de Nantes.
Por la mañana entregó un mensaje a la Comisión para la Tutela de Menores donde recordaba que “el abuso es una traición de nuestra humanidad, concedida por Dios”. Tampoco estuviera mal que lo reconociera como delito.
Y les dijo: “He pedido a la comisión que escuchen vuestros testimonios para que puedan reforzar e inspirar nuestro compromiso común para erradicar los abusos de nuestra Iglesia y de nuestra comunidad”. Antes les ordenó acudir a la justicia civil, ahora parece que prefiere la canónica.
Una vela a Dios y otra al diablo
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Juan José Omella, ha resumido la audiencia así, “Ha sido un diálogo cordial y no un tirón de orejas”. “Hemos salido todos encantados”. “No ha habido ninguna mención a los abusos”.
El propio temor que manifiestan y la alegría de no sentirse interpelados, ya manifiesta el reconocimiento de su delito.
Nosotros, como Violeta Parra, teníamos esperanza y cantábamos: ¿Qué dirá el Santo PadreQue vive en RomaQue le están degollandoY a su paloma?
¡Qué pena Papa Francisco! Nos ha decepcionado. Parece que le preocupa más la reposición de pastores de almas, de sacerdotes, ante la gran crisis de vocaciones. Era pues una reunión de Recursos Humanos. Intentemos ayudarles en el análisis del problema.
Hay cerca de 1.300 postulantes mayores, según reconocen, en 86 seminarios, lo que supone una media de 15 por centro, con una duración de cuatro años de estudios. Cada año repondrán pues, entre 3 y 4 sacerdotes por diócesis, 325 al año, si “llegan a perfección” como se decía.
Actualmente, según los últimos datos de la CEE, en España hay más de 18.500 sacerdotes y la edad media del clero es de 65 años y medio. De entrada, hay una explotación laboral de ancianos evidente.
Demasiada mies…
Suponen menos del 0,4% de la población para atender al 99,6 restante. Si consideramos a quien se considera creyente y practicante, un 18,2%, resultan 8.372.000 personas. Les tocan a 452.500 ovejas por pastor. Demasiada mies para tan pocos obreros (Mateo, 9:35-38).
La esperanza de vida de la población sacerdotal es de 19 años. Aunque su trabajo les pueda permitir ser útiles a todos hasta los 85, cada año necesitan 975.
La tasa cruda de mortalidad entre las personas mayores de 65 fue de 40,65 defunciones por 1.000 habitantes para el período de los 6 últimos años. Aplicándola a la comunidad sacerdotal perderán 732 pastores cada año, el doble de lo que saldrá de los seminarios. Solo obtienen 325 y precisan entre 750 y 1.000 sacerdotes/año.
Necesitarán la multiplicación de los panes y los peces en forma de consagraciones al sacerdocio. Si como declaran, los purpurados no son hombres de números, sino de letras, les ayudo. Esperen sentados el milagro.
Sinceramente, su problema de relevo les parece más grave que la solución del problema de negación y encubrimiento de los abusos en el seno de la Iglesia.
De cualquier forma, han mentido tanto que no podemos ni queremos creerles que el Papa les haya dejado irse de rositas habiéndoles convocado a los 80 miembros de la Conferencia Episcopal Española.
Claro que estamos decepcionados, en primer lugar, por no acudir ningún representante del papado a la conferencia de prensa posterior, lo que nos deja sin poder contrastar su opinión.
Indignados por la valoración del presidente de la CEE declarando que no ha habido ninguna mención a los abusos. Parece más una impresión de “esta vez no nos han pillado” que la negativa de que los haya habido.
Ahora queda el informe Cremades&Calvo Sotelo. Nos queremos agarrar a un clavo ardiendo. Pero a ustedes también parece que les quema.
Les ha ganado de mano el Defensor del Pueblo con la cifra del 1,13% de población que declara haber sido abusada en el ámbito de la Iglesia. Prefieren afirmar que la extrapolación del resultado es mentira. La mentira de una encuesta de rigor que presenta 440.000 abusados.
En el informe Cremades, que dicen que en su borrador contiene 800 páginas, las víctimas que llevamos dando testimonio de serlo tanto tiempo, no hemos sido contactadas.
Han amenazado con rechazarlo como si nos fuésemos a creer que no sabían lo que iba a decir, tal vez sea lo de la reparación económica lo que más les duela. Su portavoz, García Magán ya ha declarado que será moral y a quien ellos consideren.
Llevamos demasiado tiempo luchando por nuestro reconocimiento como para rendirnos. Esperamos demasiado tiempo para denunciar lo que no entendíamos, Monseñor Blázquez lo llamó silencio cómplice.
No quiero pensar cuánto cuesta desatarse la piedra de molino al cuello.