Cerca de 130 niños iniciaron clases extramuros en una escuela "alterna" habilitada por disidentes de La Nueva Jerusalén, comunidad en la que algunos habitantes religiosos destruyeron y quemaron, en julio pasado, las escuelas laicas que había.
Hermenegildo Zeferino, representante de la Asociación de Padres de Familia, dijo que el objetivo es que sus hijos no pierdan el interés por el estudio.
"Por aquí los muchachos (de secundaria), los que ya conocen algo, se animaron a hacerla de maestros mientras se resuelve el problema", explicó vía telefónica.
De acuerdo con el entrevistado, los menores fueron distribuidos en nueve grupos y desde ayer reciben clases en el patio de la capilla del barrio Las Once Mil Vírgenes.
Ese lugar es donde la disidencia de La Nueva Jerusalén construye su propio templo y un seminario, luego de oponerse a las reglas de los jerarcas religiosos que dominan en esa localidad del Municipio de Turicato.
"Hicimos una relación de niños a manera de registro y se les están dando clases con la ayuda de cinco o seis jóvenes de secundaria", comentó Zeferino.
A pregunta expresa, señaló que hasta el momento esta decisión no les ha ocasionado ningún conflicto o represalia de parte del llamado grupo religioso.
"Mientras no crucemos por los lugares que ellos dicen que son sagrados, creo que no habrá problema", expresó.
Seis de los grupos fueron formados con niños de primaria y los otros tres para atender a menores del nivel preescolar.
Los padres de familia reiteraron que no aceptarán la oferta del Gobierno del Estado para llevar a sus hijos a clases a otro poblado conocido como La Injertada, donde les fueron edificadas nueve aulas provisionales.
El conflicto educativo en La Nueva Jerusalén se remonta al año pasado, cuando religiosos tomaron la escuela primaria Vicente Guerrero y el jardín de niños.
Eso obligó a los disidentes a habilitar aulas en casas particulares por todo el ciclo escolar 2011-2012.
Después, el pasado 6 de julio, los religiosos decidieron demoler y quemar ambos planteles educativos, además de iniciar un bloqueo en la entrada al pueblo para impedir el inicio del nuevo ciclo escolar desde el 20 de agosto.