El partido había suprimido cualquier referencia al Ser Supremo También a la ciudad como capital de Israel Algunos delegados han abucheado el cambio
Barack Obama intervino personalmente este miércoles para retocar el programa de los demócratas, que había despertado las críticas de grupos judíos y conservadores por suprimir cualquier referencia a Dios y no presentar a Jerusalén como la capital del estado de Israel.
El cambio obligó a los responsables del cónclave demócrata a repetir la votación en tres ocasiones y suscitó una fuerte polémica entre los delegados, que abuchearon al alcalde Antonio Villaraigosa cuando pese a todo dio por aprobada la moción.
El cambio lo propuso formalmente el ex gobernador Ted Strickland. Pero la orden no fue el fruto de la improvisación: llegó directamente desde la Casa Blanca. Obama es el primer presidente que afronta la carrera por la reelección con menos dinero que su rival y no se puede permitir quedarse si las contribuciones de los donantes judíos en la recta final de la campaña. Menos aún después de las críticas de los medios más conservadores y de las palabras de algunos líderes republicanos, que volvieron a acusar al presidente de traicionar al gran aliado de Estados Unidos en Oriente Próximo.
Los programas electorales apenas tienen ningún valor en Estados Unidos. Son documentos cocinados por las direcciones de los partidos que apenas incluyen propuestas concretas y que los candidatos rara vez se plantean aplicar. Pero este año su letra pequeña ha suscitado polémica en los cónclaves de los dos partidos. En Tampa por la defensa del aborto en los casos de incesto o violación y aquí en Charlotte por la supresión de las referencias a Dios y a Jerusalén. Los republicanos no retocaron su programa pese a las presiones de los medios progresistas. Los demócratas lo han cambiado pese a las protestas de sus delegados.
El primer cambio tiene que ver con la frase "Jerusalén es y seguirá siendo la capital de Israel", incluida en el programa de 2008 y suprimida esta vez por los demócratas para subrayar otros elementos de su política exterior. Pero su presidenta Debbie Wasserman Schultz dijo luego que lo cambiarían para "mantener coherencia con los puntos de vista expresados por el presidente".
El segundo cambio del programa demócrata tiene que ver con la palabra "Dios", que se había suprimido de una frase donde se decía que el Gobierno debía ayudar a cada ciudadano a alcanzar el "potencial que le había dado Dios". El republicano Paul Ryan enseguida se apresuró a decir que los demócratas habían hecho "una purga" religiosa en su programa y varios medios conservadores secundaron su opinión.
El hispano Antonio Villarraigosa, alcalde de Los Ángeles y presidente de la convención, anunció el retoque del programa como una moción rutinaria. Pero no todos los delegados estaban por la labor de acatar el cambio por la vía rápida. Villarraigosa llegó a repetir la votación hasta tres veces y un grupo prominente le abucheó cuando anunció que aprobaba el nuevo texto pese a la oposición.
Antes de que Obama forzara los cambios, la poderosa organización judía AIPAC criticó el texto demócrata y el entorno de Romney no desaprovechó la oportunidad para recordar que el candidato republicano "siempre ha defendido su creencia de que Jerusalén es la capital de Israel".
Entre quienes se oponían al cambio el delegado de origen árabe Majid al Bahadli, que llegó a Estados Unidos en 1995 huyendo de la opresión del régimen de Sadam Husein. "Vine de un país donde no tienes el derecho de votar a un país donde podía votar. ¿Y ahora quieren quitarme el voto? ¡No! Quiero votar. Para eso vine aquí entre otras cosas", decía unos minutos después del cambio a ELMUNDO.es.
Al Bahadli estaba muy enfadado porque no se había aceptado su voto en contra y porque se había retocado el texto sin debate: "No puedes tomar una decisión tan importante para la seguridad nacional, tan importante para árabes y judíos, así sin el apoyo. El presidente esperaba escuchar 'sí' cuando nos preguntó, pero escuchó 'no'. El 60% dijo 'no'. Entonces nos pidió que votáramos otra vez y lo mismo. Luego por tercera vez lo empujó más fuerte y el cambio no fue aceptado. No puedes hacer eso porque somos demócratas. Deberíamos hacer caso a lo que dice la gente. Lo quitaron sin preguntar. Nadie nos dijo nada. Nadie nos avisó que de que esta resolución se iba a votar. Lo anunciaron de repente. 'Bum, bum, bum'. No es justo para nadie, tampoco para Israel".
Es la segunda vez que Al Bahadli es delegado. Ya lo fue en 2008 y es el único iraquí en Charlotte y el primer árabe americano en representar al estado de Washington. "Siempre he sido demócrata", explica, "cuando tenía 13 años ya era demócrata y cuando llegué aquí me quise involucrar por nuestros hijos. Siempre me ha interesado la política y pese a todo apoyo al presidente. En el estado de Washington la gente le sigue queriendo. Hay más debates, pero el estado sigue siendo muy demócrata".