El gobierno francés ha reconocido la función clave de las religiones en el "choque de civilizaciones" y en los procesos de paz de los países torturados por las guerras y los conflictos al instituir, el pasado 1 de junio, un polo de religiones en su ministerio de Asuntos Exteriores.
Así lo señala un artículo de la edición diaria en lengua italiana de L'Osservatore Romano de este lunes 27 de julio dedicado a esta nueva oficina de Quai d'Orsay, sede del ministerio.
El objetivo principal de este nuevo polo es sensibilizar a los diplomáticos jóvenes sobre cuestiones religiosas y aportar una reflexión sobre los grandes movimientos religiosos del mundo y sobre sus eventuales implicaciones políticas.
Hasta ahora, la experiencia diplomática de Francia en materia religiosa se reducía a las relaciones con el Vaticano y a su responsabilidad respecto a las congregaciones.
El polo de religiones -6 personas para 16.000 diplomáticos- representa, pues, una novedad, según el diario vaticano.
Además, añade, la nueva oficina de Quai d'Orsay puede también considerarse como un paso adelante hacia esa "laicidad positiva" preconizada por el jefe de Estado.
Una laicidad que, "velando por la libertad de pensamiento y la de creer y de no creer, no considera que las religiones son un peligro, sino más bien una ventaja", tal y como señaló Nicolás Sarkozy en su discurso pronunciado el 20 de diciembre en San Juan de Letrán.
El responsable de la oficina, Joseph Maïla, de origen libanés, es experto en islam y en sociología de conflictos y fue rector del Instituto católico de París.
Para él, el hecho religioso desempeña una función importante en las relaciones entre las naciones, las cuestiones de desarrollo y los equilibrios políticos internos.
Por ello, considera necesario llevar a cabo un trabajo de fondo, multidisciplinario, que combine expertos religiosos con los de otros enfoques, y ponga especial énfasis en los aspectos de seguridad, de desarrollo y sociales.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha destacado que la Conferencia de embajadores 2009 incluirá una "mesa redonda específicamente dedicada al papel de las religiones en la globalización".