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Nueva luz sobre uno de los misterios del Vaticano

Casi tres décadas después de la desaparición de la joven Emanuela Orlandi, hija de un empleado laico del Vaticano, la investigación cobra nueva vida.

Los misterios del Vaticano ejercen una suerte de fascinación mundial. Es que, a través de los siglos se han tejido leyendas reales, más o menos reales y hasta fantasiosas, sobre lo que ocurre detrás de los muros históricos de la Santa sede.

Algunos casos han llegado al público en forma más explícita de la mano de investigaciones policiales. Este es el caso de la desaparición, nunca resuelta, de la adolescente Emanuela Orlandi, que el 22 de junio de 1983 se esfumó misteriosamente.

Hija de un funcionario laico del Vaticano, la desaparición de la joven Orlandi generó tensiones entre la Santa Sede y las autoridades judiciales italianas sobre las investigaciones. La fiscalía afirma que en el Vaticano se conocen secretos sobre el caso y esperan desentrañarlos.

El hermano de Emanuela, Pietro Orlandi, dijo que la decisión ha sido “un paso importante para resolver un misterio que lleva años” y expresó su esperanza de que este sea un “inicio” de la colaboración entre la magistratura y el Vaticano “para llegar a la verdad”.

Por su parte, el portavoz del Vaticano, el reverendo Federico Lombardi, dijo que la inspección de la tumba de De Pedis “es un hecho positivo” para avanzar “todos los pasos posibles para que la investigación sea completada”.

Tres décadas de misterio

Pero finalmente, casi tres décadas después de la desaparición de Emanuela Orlandi, la investigación cobra nueva vida.

Las autoridades italianas pudieron tener acceso a un elemento que hasta ahora les había sido vedado, la tumba del capo mafioso de la “banda de la Magliana”, que asoló Roma en la década de los ’80 Enrico “Renatino” De Pedis.

La casi inexplicable sepultura de De Pedis en la cripta de la basílica de San Apollinare, tras ser asesinado a balazos el 2 de febrero de 1990 en el centro histórico de Roma, había hecho sonar las alarmas entre los investigadores, dado que De Pedis había sido vinculado al caso Orlandi.

La iglesia, que se encuentra al lado de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, del Opus Dei, y muy cerca de la Plaza Navona, fue señalada por una voz anónima en un programa de televisión de búsqueda de personas, al estilo del estadounidense “Most Wanted”, en el año 2005, como un lugar a investigar.

En el programa llamado “¿Quién lo ha visto?”, la voz recomendaba verificar quien estaba sepultado en la referida iglesia, si realmente querían resolver el caso Orlandi y se refería a un favor de De Pedis al cardenal Poletti.

Circo mediático

Siete años de trámites burocráticos, pedidos y rechazos, justificaciones y reclamos, fueron consumidos hasta que finalmente la fiscalía de Roma tuvo acceso al féretro.

No faltó el casi obligado circo mediático, alrededor del trabajo de la policía científica que abrió la tumba del capo mafioso, donde encontraron los restos de De Pedis.

Según informa The Associated Press, citando a Lorenzo Radogna, abogado de la familia de De Pedis, los investigadores encontraron 200 contenedores con restos óseos en un osario cercano, los que ahora deberán ser examinados.

Inicialmente la agencia Ansa había informado que los huesos habían sido encontrados dentro de la tumba de De Pedis, pero el hermano del capo, Pietro, dijo que dentro de la tumba sólo estaban los restos de De Pedis, en relativa buena condición.

Misteriosa desaparición

El caso Orlandi ha ocupado buena parte de las historias de los casos sin ser resueltos en la capital italiana, con el agregado del misterio que siempre involucra a aquellos relacionados al Vaticano.

Emanuela Orlandi desapareció misteriosamente tras asistir a una clase de música en una academia cercana a la iglesia de San Apollinare.

Incluso, Mehmet Alí Agca, el turco que atentó contra el papa Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro el 14 de mayo de 1981, habló sobre el caso varias veces, lo cual llevó a especular que los casos podrían estar vinculados.

Otras especulaciones giraron en torno a los gigantescos escándalos con la banca italiana en los ´80.

En este sentido se inscribe el definido como “poco confiable” testimonio de la ex novia de De Pedis, Sabrina Minardi, quien habló en 2008 sobre el caso, diciendo que el capo “de la Magliana” había asesinado a Emanuela por encargo del polémico prelado estadounidense, monseñor Paul Marcinkus, quien murió en 2006 y era conocido como “el banquero de Dios”.

Durante la exhumación, se celebraba una misa en latín en el piso superior de la cripta, y entre quienes siguieron los trabajos de la policía estuvo monseñor Pedro Huidobro, quien para completar los extraños contornos del caso, fue juez antes de ser ordenado sacerdote.

La sepultura de De Pedis en un lugar donde se encuentran connotados católicos, es inusual para un ex capo, y posiblemente, dijo el abogado Radogna, el féretro sea trasladado a otro lado por una nueva sepultura.

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