Está integrada por cinco voluntarios de la provincia y un sacerdote
COMENTARIO: Qué mezcla de "caridad" y adoctrinamiento de los más indefensos (con el consiguiente proselitismo entre sus allegados), propiciadas por la dejadez de las administraciones públicas.
Con el fin de "llevar el mensaje de Cristo a los enfermos mentales y a los marginados sociales, dotándoles de un servicio pastoral en el que encuentre esperanza, amor, comprensión y apoyo", nace una asociación católica destinada a ayudar a estas personas, explica su promotor Jesús Arjona Padillo, ingeniero agrónomo. Aunque aún está en fase de constitución de sus estatutos y registro, el grupo que ya forma parte de la iniciativa –"somos 5 voluntarios de Córdoba y un sacerdote de Murcia", señala Arjona– busca recabar más apoyos para poner en marcha la actuaciones que se han propuesto llevar a cabo, y no solo en materia de espiritualidad (llevarles a misa, a cursillos de cristianismo, etc.), sino también encaminadas a "lograr que reciban formación, un sueldo y participen activamente en la sociedad", subraya. Entre estas, se encuentra la idea de crear la huerta solidaria Luz de Esperanza que, a modo de cooperativa agrícola, "permitiría dar empleo a enfermos mentales y marginados y contaría con un local de venta de los productos agrarios obtenidos", aventura Jesús, que añade que "es un proyecto viable, ya que existe una experiencia similar en Alicante que está teniendo mucho éxito". Con el mismo objetivo de generar empleo, también tienen en mente crear una cooperativa de limpieza que ofrezca servicios a empresas, así como un proyecto de cooperación internacional. "Pero todo ello queremos hacerlo en colaboración con otras asociaciones que trabajan en con estos colectivos para no duplicar esfuerzos y tener más fuerza y capacidad de obrar". En este sentido, ya han iniciado contactos con asociaciones como Asaenec y Sembrando Esperanza –asegura Arjona–, "porque que pongamos los proyectos en marcha nosotros u otras entidades no es lo importante. Lo que se busca aquí es que podamos, entre todos, combatir la tasa de paro, que en el caso de este colectivo es muy alta". Por ello, el grupo busca ahora captar voluntarios y respaldo institucional de toda España y especialmente de Córdoba –que, por ahora, es el centro de actuación de la asociación–. "Esperamos que pronto nuestros proyectos sean una realidad porque los enfermos mentales están muy abandonados en la sociedad", asegura Jesús.