El ministro de Educación explicó que la regulación se aplicará a velos que cubran toda la cara
El ministro de Educación de Noruega, Torbjørn Røe Isaksen, anunció esta semana en el Parlamento que el gobierno quiere aprobar una ley que prohíba el uso del burka en todas las escuelas y universidades del país.
«El gobierno estudiará leyes a nivel nacional que prohíban el velo que cubre la cara por completo en colegios e universidades», dijo Isaksen. La ley no afectará a otras prendas de las mujeres musulmanas como el velo, el chador (prenda que cubre todo el cuerpo y la cabeza pero deja ver la cara) o el hiyab (velo que cubre la cabeza y el pecho), sino únicamente a aquellas que no dejen ver el rostro de las mujeres, ya que, según indicó el ministro, en Noruega se debe respetar la libertad que tienen las personas que desean mostrar su fe religiosa en público.
«Quiero que una chica cristiana que lleva una cruz pueda mostrarla, quiero que un muchacho judío que lleve una kippa la pueda mostrar. Y no quiero una prohibición del hijab», explicó en el Storten, el parlamento noruego. Para el ministro, la libertad religiosa es «una parte esencial de cualquier democracia liberal» e incluye no solo el derecho a profesar una fe sino también amanifestarla en público.
Laicidad al estilo francés
A pesar de que la prohibición del burka se aplicaría desde la escuela primaria hasta la universidad, su incidencia en la escuela primaria es mínima, ya que las niñas solo cubren su rostro a partir de la pubertad. Además, aun no se ha decidido si la ley solo se aplicará en las clases o también en los edificios o en los campus. Para el gobierno, lo fundamental al impulsar esta medida es que el profesor pueda comunicar con los alumnos y que todos puedan ver las expresiones faciales de los otros.
A menos de un año para que se celebren elecciones en el país, la coalición de partidos de derechas que gobierna el país ha dado un giro en su política relacionada con las prendas islámicas, ya que tan solo tres semanas antes la ministra de Integración, Sylvu Listhaug, se había mostrado contraria a la medida y había indicado que se adoptarían soluciones individuales, pero quela prohibición del burka o el niqab no entraba en los planes del gobierno.