Los asesores neocon de Aznar y Pío Moa coinciden en cargar las tintas en Bin Laden o en “la izquierda” a la hora de abordar la masacre de Oslo, restando importancia al extremismo de derechas
Que los antentados de Oslo hayan sido obra de un extremista de derechas e islamófobo ha pillado con el paso cambiado a los que desde hace años han hecho de la alarma en torno al terrorismo islámico su modo de vida, y que ahora se esfuerzan en un delicado equilibrio por desmarcarse de los sucesos mientras mantienen al tiempo sus argumentos de siempre. Desde el GEES, instituto neocon que avaló la invasión de Irak, el que fuera principal asesor de Aznar en materia de Defensa, Rafael L. Bardají, llega a la siguiente conclusión sobre la masacre en Noruega: "Pero que todas las sospechas iniciales apuntaran a un ataque islamista también debe ser motivo de reflexión. No es islamofobia. Si hubieran podido, habrían sido ellos los autores. El recordatorio es que, con o sin Bin Laden, nuestros enemigos están ahí, al acecho". Otros articulistas de extrema derecha como Pío Moa coinciden en este planteamiento y pasan de puntillas por el radicalismo conservador para cargar las tintas el terrorismo islámico y una supuesta complacencia de la izquierda ante él.
Bardají, asesor neocon del ex presidente Aznar, mantiene en un artículo difundido tanto en el GEES como en La Gacetad que la masacre de Oslo “dejará un reguero de dolor entre las víctimas, pero poco afectarán a Noruega o Europa y a quienes en ella vivimos”. Y es que aunque el autor fuera un extremista de derechas alimentado con demagia islamofóbica y antisocialsita, a Bardají lo que le preocupa es que llegan musulmanes “a nuestro suelo ya expuestos a ideas radicales antioccidentales, lo que hace que su paso a engrosar las filas del islamismo militante y, finalmente, del terrorismo, sea cada vez más fácil y rápido”.
“Este atentado tendrá pocas consecuencias”
El analista neocon insiste en que “este atentado de Oslo tendrá pocas consecuencias” y “no significa ni supondrá un revulsivo más allá de las típicas condenas habituales en los medios y en la izquierda a los elementos de la extrema derecha”. Ahora, mantiene que “muy distinto hubiera sido si los atentados hubiesen sido obra de islamistas, bien residentes en Noruega, bien llegados de fuera” porque “eso sí que hubiera abierto el capítulo de una Europa diana de la yihad tras la muerte de Bin Laden” y “volveríamos a los terribles días de 2004 y 2005″.
Conclusión: los islamistas están al acecho
“No parece que haya sido así salvo sorpresas de última hora”, apunta el asesor de Aznar, aunque la conclusión a la que llega es la misma que si realmente el radicalismo islámico estuviera detrás de los atentados. Así remata su artículo: “Que todas las sospechas iniciales apuntaran a un ataque islamista también debe ser motivo de reflexión. No es islamofobia. Si hubieran podido, habrían sido ellos los autores. El recordatorio es que, con o sin Bin Laden, nuestros enemigos están ahí, al acecho”.
“Entre las víctimas del viernes no hubo un sólo islámico”
En otro artículo difundido en Libertad Digital, el GEES insiste con ‘reflexiones’ cuanto menos curiosas como la siguiente: “Los occidentalófobos y cristófobos han sacado inmediatamente el espectro de la islamofobia. Sin duda, la etiqueta le corresponde al rubicundo noruego, que es por igual anticomunista, en lo que coincide con los que ven satanes en todos los que no se someten al califato. Por irrelevante que sea, no hay por qué dejar de mencionar que entre las víctimas del viernes no hubo un solo islámico”.
“Respuesta terrorista al terrorismo islámico”
También desde la web de Losantos, Libertad Digital, Pío Moa aborda la masacre noruega diciendo ya de inicio que “se trata de una respuesta terrorista al terrorismo islámico” y “con la particularidad de que no ha atacado a los islámicos, sino a los (más o menos) cristianos noruegos, siendo el autor protestante y masón”. “No es tan raro: también muchos atentados islámicos se han dirigido contra otros musulmanes”, iniste el ex del GRAPO.
La izquierda también es culpable
El pseudohistoriador acaba analizando no el terrorismo de extrema derecha sino lo que denuncia como apoyo o excusas de “la izquierda” al “terrorismo izquierdista (y separatista, en España) y al islámico”. También acusa a “la izquierda” de “explotar los atentados de signo más o menos derechista, insistiendo mucho en el carácter de estos y, en el caso de Noruega, en el cristianismo declarado por el autor” lo que para él constituye “un modo indirecto de defender al islamismo”.