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«Necesitamos protección, el régimen talibán incluso nos viola en España»

Mujeres denuncian al embajador de Afganistán

Varias mujeres afganas denuncian agresiones sexuales por parte del embajador del régimen talibán en España. El diplomático sigue libre mientras las instituciones fallan en la protección a las víctimas.

Sofía es una mujer afgana que pide usar un nombre falso por miedo a represalias contra su familia y contra ella misma. Esta joven huyó del régimen talibán y llegó a España en busca de protección en un vuelo de evacuación en agosto de 2021, pero la pesadilla no terminó. Sofía fue víctima de un intento de violación por parte del embajador de Afganistán en Madrid, Mohammad Rahim Peerzada. No es la única. Varias mujeres afganas afirman haber sido violadas o agredidas sexualmente por este diplomático, que actualmente sigue en libertad e impune.

Peerzada se muestra educado y amable en público. Sofía y él se conocieron en 2022 en una fiesta. Un día él la invitó a almorzar en un restaurante de Madrid. Tras la comida, el embajador le propuso enseñarle su piso, situado cerca de Avenida de América. Ella vivía fuera de la capital y no tenía dinero para conseguir un nuevo billete de vuelta a casa, pero él se ofreció a comprarlo y entonces ella aceptó. Recuerda que le sorprendió el lujo del apartamento. Al llegar al dormitorio, «me tiró en la cama e intentó violarme», afirma Sofía. Logró zafarse. Pasó aquella noche sola en la estación de autobuses de Méndez Álvaro sin poder volver a casa.

Sintió miedo y culpa. Estaba sola y no tenía pruebas de lo que había sucedido, ni red de apoyo, ni sabía que la ley española ampara a las víctimas de violencia sexual, así que no denunció.

Sofía no es la única que afirma ser víctima sexual del embajador afgano. En 2022 Peerzada presuntamente violó por sumisión química a otra mujer afgana en Madrid, cuya identidad permanece bajo secreto. Esta mujer se mudó a Alemania y allí interpuso una denuncia, según informó el diario alemán Die Welt, que entrevistó a más de una docena de víctimas de Peerzada. El caso llegó a la Embajada española en Berlín y de ahí a la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional, que contactó con ella y la asesoró para interponer una denuncia en España en agosto de 2024. Un mes después, en septiembre, la Fiscalía madrileña la archivó alegando que «los tribunales españoles carecen de jurisdicción» porque el denunciado goza de inmunidad diplomática.

Sofía conoce a más mujeres a las que el embajador afgano supuestamente agredió, violó y extorsionó sexualmente a cambio de papeles consulares o falsas promesas de trabajo. «Peerzada les decía que iba a traer a sus familias o sus amigas si ellas estaban preparadas para tener relaciones sexuales con él», afirma esta joven. Algunas mujeres lo expresaron abiertamente en un grupo de WhatsApp con cientos de refugiadas afganas. Otras solo se atreven a decirlo en privado, en entornos de confianza. Algunas lo guardan en secreto por miedo a represalias contra sus familias y por temor a ser estigmatizadas. Fuentes de la Fiscalía afirman que este 2025 al menos otra mujer denunció a Peerzada por una violación ocurrida en territorio español, pero no aclaran si la denuncia fue interpuesta en España o en Alemania. Por vía oficial, la Fiscalía no confirma ni desmiente esta información alegando razones de privacidad.

El Estado se desentiende

En respuesta oficial, Exteriores dice que el embajador Peerzada «no representa a ninguna delegación oficial, no está acreditado en España y no goza de inmunidad diplomática en nuestro país». La lista del cuerpo diplomático que publica este ministerio, actualizada a 23 de enero de este año, indica lo contrario: Peerzada aparece en la segunda página como «embajador extraordinario y plenipotenciario», cargo que ostenta desde febrero de 2021.

Fuentes no autorizadas de Exteriores señalan que el ministerio que encabeza José Manuel Albares prefirió mantener al embajador afgano, a pesar de que España no reconoce al régimen talibán, porque su expulsión complicaría las gestiones consulares de la comunidad afgana en España.

El Ministerio de Asuntos Exteriores y Presidencia del Gobierno sabían que sobre Peerzada pesaban acusaciones de violación y agresión sexual contra mujeres refugiadas afganas al menos desde el pasado 31 de enero. La información consta en una carta remitida por siete asociaciones afganas a Exteriores y Moncloa, en la que acusan al embajador directamente de «violaciones contra mujeres», así como de supuestos delitos de malversación y cobro de sobornos, entre otros, y piden su destitución. Ese mismo día varios representantes de esas asociaciones –todos hombres– se reunieron en persona con un alto cargo de Exteriores, según confirma uno de los asistentes, el afgano Bashir Eskandari. “Estamos hartos, se tiene que ir de España”, dice Eskandari. El pasado 14 de marzo un alto cargo de Moncloa dio las gracias por escrito a estas asociaciones, y afirmó que Exteriores «está a su disposición para mantenerles informados del seguimiento que se dé al caso».

Varios medios publicaron esta semana que Exteriores ha retirado la inmunidad al embajador en España del régimen afgano acusado de agresión sexual. Expertos juristas, consultados para este reportaje, señalan que la inmunidad diplomática solo puede ser retirada por el Estado que acredita al diplomático, mientras que el Estado receptor (en este caso, España) solo puede expulsarlo o enjuiciarlo si lo declara persona non grata. Exteriores no aclara si ha dado ese paso o sopesa alguna otra medida para impedir que Peerzada huya y evite la acción de la Justicia.

Afganas víctimas de violencia sexual, desprotegidas

La Fiscalía General del Estado se desentiende, explica que no puede actuar de oficio para proteger a estas víctimas y señala que es la Fiscalía Provincial de Madrid la que debe dar explicaciones al respecto. Esta, a su vez, también evita asumir responsabilidades y asegura que la información que recibieron de la Policía Judicial dejaba claro el perfil diplomático del agresor. Ambas fiscalías insisten en que no pueden hacer nada si las víctimas no interponen denuncias contra Peerzada –«que denuncien, no se puede hacer nada más», dice una fuente oficial de la Fiscalía madrileña–. No entran a valorar el archivo de la denuncia presentada por una víctima en 2024, ni el contexto y vulnerabilidad de estas mujeres refugiadas, que temen represalias contra sus familias en Afganistán y contra ellas mismas. Este medio ha trasladado a ambas Fiscalías la respuesta escrita en la que el Ministerio de Asuntos Exteriores afirma que Peerzada no goza de inmunidad diplomática.

La Policía Nacional reconoce que está al tanto de las acusaciones contra el embajador y subraya que contactó con la primera denunciante y la asesoró para interponer denuncia en España contra Peerzada, pero también afirma que no puede hacer nada más.

Este miércoles la Embajada afgana en Madrid divulgó un comunicado calificando de «rumores» las acusaciones «contra la Embajada y su liderazgo», en referencia a Peerzada. Una parte del comunicado está escrita en primera persona y afirma que «las acusaciones formuladas en mi contra […] carecen de fundamento». El escrito también dice que «habría sido más adecuado que dichas personas canalizaran sus reclamaciones a través de las autoridades competentes». Ni la Embajada afgana en España ni el Ministerio de Exteriores del régimen talibán responden a las preguntas de este medio.

«Hablo para proteger a otras mujeres que no vamos a dejar atrás»

Sofía, como las otras víctimas de Peerzada, es refugiada y llegó a España huyendo del régimen talibán y la amenaza que suponía para las mujeres del país. Sin embargo, a su llegada se encontró a merced de su agresor.

Mientras espera la protección del Estado que le ofreció refugio, Sofía decide hablar, a pesar del miedo y su situación de especial vulnerabilidad. Su testimonio está disponible en el vídeo de Público y la Fundación porCausa que acompaña a esta información.

Testimonio de Sofía

«Algunas jóvenes no se pueden defender, piensan que si denuncian o dicen algo, les pasará algo, aunque estemos en Europa. Ellas no eran conscientes, tampoco yo, de que aquí podemos denunciar, de que nadie nos puede obligar a tener relaciones sexuales. Pero ellas pensaban: ‘si tengo relaciones sexuales con él, me va a ayudar a traer a mi familia o a encontrar trabajo’ […]. Para mí era muy doloroso ver cómo nos están usando aquí. Es muy duro hablar de esto y repetir lo que pasó. Yo no quise volver a hablar de esto, ni con él ni con nadie […] Algunas veces intentaba ir a denunciar o decir algo, pero como no tenía pruebas de que esto me pasó, no denuncié. Me planteé hablar de esto con el Ministerio de Asuntos Exteriores, pero no lo hice […]. Hemos sufrido mucho en Afganistán, incluso vinimos aquí para sobrevivir y que ahora alguien venga y te use para tener relaciones sexuales contigo, no es justo. Necesitamos protección, incluso aquí no nos dejan estos machistas. En Afganistán las mujeres hemos sufrido mucho esto […]. Salir de tu país, llegas a otro país y te encuentras con alguien que piensas que puedes confiar en él, que te va a ayudar en algunas cosas, y él no piensa en ayudarte, él piensa cómo violarte y después dejarte tirada en la calle […]. Necesitamos de verdad protección. Las mujeres tienen que tener un espacio o alguien de confianza para poder contar todo lo que nos pasa. A nosotras nos cuesta mucho porque en Afganistán no hemos tenido esta protección, no podíamos hablar de esto con alguien, pero aquí tenemos que explicar que nadie te puede violar, ni siquiera tu pareja no te puede obligar a tener relaciones sexuales. Si tú no quieres, nadie te puede obligar. Tienes que saber que tu cuerpo tiene valor […]. Y no puedes sentirte culpable, que ‘esto fue mi culpa, yo fui allí y me pasó esto’. No, no es tu culpa. Tú confiaste en esta persona, tú no sabías que esto te iba a pasar, y tienes que denunciar; si no denuncias, esto va a pasar a muchas mujeres; si abres la boca, vas a proteger a muchas mujeres. Las autoridades españolas tienen que decidir sobre esto. ¿Hasta cuándo tienen que esperar? ¿Qué pruebas quieren para que esta persona sea juzgada?».

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