El obispo estrecha el control de la religiosidad popular en su diócesis
Unas normas que, más allá de lo anacrónico, no se aplican al resto de cofrades. Algunos piensan que porque se vaciarían muchas hermandades, mientras que otros reivindican el papel de “perdón y misericordia” que, históricamente, han tenido las cofradías de Semana Santa
El decreto escondería un nuevo intento por parte de Munilla de controlar a las cofradías y hermandades y que el obispo ha reforzado a través de la figura del consiliario, que ahora deberá avalar que la persona que se presenta para presidir una entidad se ajusta a lo que marca la normativa de la Diócesis
Si usted es político, o ejerce algún cargo de dirección en algún partido o asociación pública, no puede ser presidente de ninguna cofradía de la Semana Santa de Orihuela-Alicante. Así se lee en el Decreto de la Ampliación de las Normas acerca de las Cofradías y Hermandades de Semana Santa, firmado a finales de julio por el obispo José Ignacio Munilla, y cuyo contenido adelanta el diario La Información.
Una extraña normativa, que se suma a otros vetos más ‘tradicionales’, y que también son objeto de discusión más allá de Alicante, como la prohibición formar parte de cargos directivos de personas “en situaciones irregulares”: gays, o heterosexuales que viven en pareja, están casados por lo civil o, simplemente, son divorciados. Unas normas que, más allá de lo anacrónico, no se aplican al resto de cofrades. Algunos piensan que porque se vaciarían muchas hermandades, mientras que otros reivindican el papel de “perdón y misericordia” que, históricamente, han tenido las cofradías de Semana Santa.
Con todo, lo que más duele es la unilateralidad con la que Munilla ha publicado el decreto, que ha provocado malestar, y también temor entre los cofrades, que han preferido -apunta La Información- mantener su privacidad. “Solo espero que haga otro ‘recordando’ a los profesores de Religión que los domingos tienen que ir a misa”, señala el presidente de una cofradía, y que podría estar afectado por esta medida.
De hecho, se recuerda cómo, al menos, se han dado dos casos de políticos del PP y PSOE que fueron presidentes (de la Flagelación y Gloria y del Santo Sepulcro).
Dichas fuentes apuntan a que el decreto escondería un nuevo intento por parte de Munilla de controlar a las cofradías y hermandades y que el obispo ha reforzado a través de la figura del consiliario, que ahora deberá avalar que la persona que se presenta para presidir una entidad se ajusta a lo que marca la normativa de la Diócesis.
Se está vetando a los homosexuales de forma implícita? ¿Y cómo va a comprobar el consiliario que dos personas que viven juntas son pareja o compañeros o compañeras de piso?
“¿Dónde aparece eso en el Derecho Canónico? ¿Qué pasa con una pareja homosexual que no puede casarse por la Iglesia y que tiene que conformarse con una unión de hecho o un matrimonio civil por muy católico que sea? ¿Se está vetando a los homosexuales de forma implícita? ¿Y cómo va a comprobar el consiliario que dos personas que viven juntas son pareja o compañeros o compañeras de piso?”, cuestiona al diario uno de los presidentes que prefiere hablar sin dar su identidad
Hay quien incluso va más allá y se pregunta por qué esto no es de aplicación a todos los cofrades, más allá de que tengan un puesto directivo o no, si tan importante es, y hasta hay quien plantea por qué se destaca esto y no qué ocurre con quien pudiera haber cometido un homicidio y, llegado el caso, ya cumplida la pena, decide optar a la presidencia de una hermandad o una cofradía.