La cofradía de la Santa Cena estaba ensayando con su paso por el Realejo cuando agentes de la Policía Local les pidieron que se identificaran
COMENTARIO: El redactor de la noticia parece valorar que la cofradía tiene derecho a realizar esa ocupación de la calzada, impidiendo el tránsito, como si de un derecho divino se tratara, lejos de toda normal municipal para llevar a cabo ese tipo de ocupaciones que obligan durante cinco o seis semanas a aguantar el ensayo de los pasos de semana santa sin poder transitar, sin aviso previo y al capricho de la cofradía de turno. Lo raro es que haya policía que se atreva a imponer esta sanción, que seguro nunca se pagará.
Cómo puede verse en la segunda versión de la noticia, aparecida con posterioridad a nuestro primer comentario, está calro lo que afirmábamos de que esa multa no se cobraría y además las molestias seguirían produciéndose. Por otra parte este tipo de actividad parece contar con bastantes adeptos, seguramente no afectados por ellas (la mayoría de las cofradías están en los barrios históricos de la ciudad, albayzín, Realejo y Centro, y los costaleros y cofrades no son del barrio.
¡Al cielo con la multa! Los tradicionales ensayos de costaleros en vísperas de la Semana Santa se han convertido en una actividad perseguida por la ordenanza de la Convivencia que aprobó el Ayuntamiento de Granada. No es que los costaleros superen los 40 kilómetros por hora, ni que circulen por dirección prohibida. Pero según interpreta la Policía Local, pueden estar ocupando la vía pública.
Costaleros multados
La Cuaresma ya tiene la anécdota del año y sin duda la comidilla para los cofrades y no allegados a la Semana Santa. El sábado, cual coche mal aparcado, manifestación sin permiso o concentración ruidosa, la Policía Local denunció y multó a los costaleros del paso de misterio de la Hermandad de la Santa Cena. El motivo, la ocupación de la vía pública sin permiso; su amparo, la Ordenanza de la Convivencia. Los hechos, sin precedentes, han abierto ya el debate entre los cofrades, asombrados por que un simple ensayo genere este nivel de reprimenda policial y quejosos de las formas que se emplearon; y los no cofrades, que justifican que si la actividad no tiene permiso o puede llegar a interferir en el tráfico, creen que merecen la sanción. Multa sí o multa no, lo que parece que hay que analizar es si el hecho era de tal gravedad como para interponer la multa, exigir documentación a los responsables y llevar casi al 'cuartelillo' al capataz.