El ministro solicita a los líderes de la comunidad «un discurso constructivo»
El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, pidió ayer a las comunidades musulmanas que se comprometan con las sociedades occidentales que las acogen. "Es muy importante que participen en la vida política y social a través de organizaciones representativas", afirmó el jefe de la diplomacia en el cierre de la cumbre sobre islamofobia organizada bajo el paraguas de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Moratinos pidió en Córdoba a los representantes políticos y de las comunidades musulmanas que empleen un "discurso constructivo" que ayude a "rebajar las tensiones", siempre respetando la libertad de expresión. Así, dijo, se contribuiría a una mayor comprensión de su forma de vida y a frenar actitudes de rechazo hacia el islam. En sus conclusiones, el ministro también solicitó a los 55 países de la OSCE que busquen los mecanismos necesarios para recabar "información y estadísticas fidedignas" sobre los actos originados por la intolerancia y la discriminación hacia los musulmanes.
El Gobierno español ya transmite la información sobre esas agresiones a musulmanes a la Oficina para las instituciones Democráticas y los Derechos Humanos de la OSCE a través de la dirección general de Asuntos Religiosos, del Ministerio de Justicia, y de la dirección general el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia, del Ministerio de Trabajo.
LOS PRECEDENTES DEL HOLOCAUSTO
Mariano Fernández Bermejo, ministro de Justícia, también participó en la clausura de la cumbre de la OSCE, en la que advirtió de que se debe evitar que arraigue el rechazo contra los musulmanes tal como ocurrió contra los judíos en los años 30 en toda Europa. Bermejo puntualizó que la situación no es comparable con el resultado "final" del Holocausto, aunque una "sociedad con memoria", añadió, no puede olvidar los precedentes de aquella tragedia.