La organización, llamada Comece, se interesa por temas como protección de lugares de culto, libertad religiosa, migración-asilo y aborto-eutanasia
La Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (Comece) dedica más de 500.000 euros al año a trabajos de lobby en Bruselas, según la información del registro de transparencia comunitario y la propia Comece recabada por infoLibre. Al frente de los trabajos está el sacerdote, psicólogo y teólogo español Manuel Barrios, que cuenta con un equipo de 14 ayudantes, de los que siete –además de él mismo– están acreditados para acceder a los edificios del Parlamento europeo.
El cabildeo encargado por los obispos se ampara en el Tratado de Funcionamiento de la UE, que en su artículo 17 establece que la Unión “mantendrá un diálogo abierto y transparente” con las iglesias y organizaciones religiosas. Los temas que interesan a los obispos abarcan la “protección de lugares de culto”, la “libertad religiosa”, la “persecución de las minorías religiosas”, la “protección de datos”, la “lucha contra el maltrato infantil” y “contra el blanqueo de capitales”, entre otros. Aunque el aborto y la eutanasia son competencias estatales, el lobby episcopal también traslada su “preocupación” sobre este tema cuando lo considera oportuno.
La Comece es la entidad religiosa europea que más gastó en lobby el último ejercicio anual cerrado, 2020, con los ya comentados entre 500.000 y 599.000 euros de las 55 registradas.
“Preocupaciones y opiniones”
La Comece, fundada con la aprobación de la Santa Sede en 1980 y con antecedente en el Servicio de Información Pastoral Católica Europea (1976-1980), nació para ser un “enlace” entre las conferencias episcopales y la UE, explica el propio órgano.
Entre sus misiones están “supervisar los procesos políticos de la UE y la evolución jurídica en todos los ámbitos de interés para la Iglesia”, mediante “contactos regulares con los responsables políticos, los miembros del Parlamento y los altos funcionarios”. Los representantes episcopales “comunican a las instituciones de la UE las preocupaciones y opiniones de los obispos católicos” a través de “contactos formales e informales”.
Es lo que comúnmente se conoce como hacer lobby.
El obispo de Almería
La Comece está asistida por una serie de “comisiones” y “grupos de trabajo” formados por expertos con mandato de las conferencias episcopales nacionales, entre ellas la española (CEE), así como de las organizaciones católicas que trabajan en los campos correspondientes.
Las comisiones son: 1) De asuntos sociales; 2) De asuntos legales; 3) De relaciones exteriores de la UE. Los grupos de trabajo son: 1) De migración y asilo; 2) De ética. En este punto, la Comece “se ocupa principalmente de las cuestiones de bioética que se plantean a nivel de la UE en los ámbitos de la salud y la investigación”.
Esta red está integrada por obispos delegados por las conferencias episcopales de los 27 Estados de la UE, si bien un solo obispo representa a Dinamarca, Suecia y Finlandia. El presidente es el luxemburgués Jean-Claude Hollerich. El representante de la CEE es el obispo de Almería, Adolfo González.
Un líder español y 14 ayudantes
El religioso español con más peso en el funcionamiento de la Comece en Bruselas es el teólogo, psicólogo y sacerdote Manuel Barrios (Madrid, 1962), elegido secretario general en junio de 2019 para un periodo de cuatro años.
Hasta su nombramiento, Barrios era responsable de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales de la CEE. Además de secretario general de la Comece, el español Barrios es presidente de los dos grupos de trabajo, de migración y asilo y de ética.
Con sede en Bruselas, el secretariado “analiza la evolución de las políticas e iniciativas de la UE y se esfuerza por contribuir” a su desarrollo, explica la Comece. Manuel Barrios cuenta en el secretariado general para tal fin con un equipo de 14 ayudantes en asuntos que van de los abarcados por las comisiones y grupos de trabajo a otros como “derechos fundamentales”, el artículo 17 del Tratado de Funcionamiento de la UE –que también habla del respeto al estatus de las iglesias en cada Estado–, ecología, libertad religiosa, juventud, educación, comunicación…
Entre los ayudantes de Barrios hay un español, José Luis Bazán, doctor en Derecho y asesor sobre migración-asilo y libertad religiosa.
___________________
Temas de interés
El secretariado de la Comece está inscrito en el registro de transparencia de la UE, una base de datos en la que figuran las organizaciones “representantes de intereses” que llevan a cabo actividades para “influir en las políticas y el proceso de toma de decisiones de la UE”. Se trata de un mecanismo para aportar transparencia sobre los lobbies, una figura con mala prensa que las autoridades europeas quieren normalizar a base de reglas claras.
El secretariado de la Comece, con sede en Square de Meeûs, en Bruselas, está registrado como “organización que representa a las iglesias y las comunidades religiosas”. La persona jurídicamente responsable y encargada de las relaciones con la UE es Manuel Barrios. “Nuestra contribución es de naturaleza moral/ética, pero también está enraizada en la doctrina social de la Iglesia. Se inspira constantemente en el Evangelio y en la reflexión de la Iglesia sobre la dignidad de cada ser humano como creado a imagen de dios. Actuamos por el bien común, no por intereses comerciales, y no estamos condicionados por intereses de terceros”, declara ante la UE la Comece, que cita entre sus áreas de interés las siguientes: “protección de lugares de culto”, “libertad religiosa”, “persecución de las minorías religiosas”, “vacunas”, “protección de datos”, “lucha contra el maltrato infantil” y “contra el blanqueo de capitales”…
La Comece registra además la organización o participación en numerosas actividades de comunicación y eventos relacionadas con dichas políticas. El organismo que agrupa a las conferencias episcopales ha hecho aportaciones a siete consultas públicas, entre ellas las relacionadas con el Libro Verde sobre Envejecimiento, el abuso sexual infantil, la estrategia sobre derechos del niño, la integración de los inmigrantes, el blanqueo de capitales y la inteligencia artificial. A ello se suman aportaciones sobre cuatro hojas de ruta europeas, como las de sostenibilidad medioambiental y lucha contra los delitos de odio.
Resulta llamativa la ausencia de referencias en el registro a la llamada “agenda provida”, es decir, contra el aborto y la eutanasia, clave para la Iglesia católica. Un portavoz de la Comece explica a infoLibre que “las actividades que se incluyan en el registro de transparencia deben referirse principalmente a iniciativas de competencia de la UE” y el aborto y la eutanasia son competencias nacionales. “Sin embargo –añade–, a veces es posible que el Parlamento de la UE decida tratar esos temas. Cuando esto ocurre, la Comece puede expresar sus preocupaciones al respecto”.
12 personas
Según la información registrada, el secretariado de la Comece mantuvo en 2020 un total de cuatro reuniones personales o telemáticas con comisarios, miembros de su gabinete o directores generales. Entre enero y junio de 2021, con la pandemia perdiendo fuerza, lleva otras cuatro reuniones de este tipo. Destaca la intensidad de la relación con el húngaro Olivér Várhelyi, comisario de Vecindad y Ampliación, con tres contactos entre 2020 y 2021 [ver aquí la información completa obtenida del registro de transparencia de la UE y aquí el informe de actividad de 2020 de la Comece].
El secretariado de la Comece dedica 12 personas a tareas de lobby, seis de ellas a tiempo completo, cuatro al 50% y dos al 25%. Es el equivalente a 8,5 personas a tiempo completo, según los datos consignados en el registro.
Hay un total de ocho acreditados para acceder a los edificios del Parlamento Europeo. Se trata de Manuel Barrios y siete de sus asistentes en el equipo del secretariado: José Luis Bazán (migración-asilo, libertad religiosa), Alix De Wasseige (asuntos económicos y sociales, política de juventud), Friederike Ladenburger (ética, investigación y salud), Alessandro Calcagno (derechos fundamentales, artículo 17 del Tratado de la UE), Emilio Dogliani (cultura y educación), Marek Misak (relaciones externas) y Alessandro Di Maio (comunicación).
Más de 500.000 euros al año
La estimación de los costes anuales vinculados a las actividades cubiertas por el registro en 2020 es de entre 500.000 y 599.999 euros, cifra calculada a partir de un presupuesto total de 930.413 euros. La diferencia entre el presupuesto total declarado y la cantidad dedicada a actividades de lobby estriba en que hay una parte destinada a alquiler, electricidad, agua, impresión, gastos administrativos y salarios del personal de logística, entre otros conceptos, explica un portavoz de la Comece.
El secretariado de la Comece se dio de alta en el registro de transparencia de la UE el 7 de octubre de 2011. No obstante, no hay rastro de gastos en actividades de lobby hasta el ejercicio de 2014. Según los datos del registro de transparencia y de la Comece recabados, su gasto anual en actividades lobísticas es siempre superior a 500.000 euros [ver nota explicativa al final del texto].
Lobby Facts –la base de datos sobre los grupos de presión en las instituciones europea elaborada por Corporate Europe Observatory y Lobby Control– sitúa a la Comece como la entidad religiosa europea que más gastó en lobby el último ejercicio anual cerrado, 2020, con los citados entre 500.000 y 599.000 euros. Hay otras 54 organizaciones religiosas en la lista. La siguen Europe Israel Public Affairs y Jesuit European Social Centre, en ambos casos con unos gastos en lobby en Bruselas de entre 300.000 y 399.000 euros.
La actividad de lobby de la Comece no es la única que desarrollan las instituciones y grupos religiosos en Bruselas. Ni mucho menos. Una investigación de 2019 del European Investigative Collaborations (EIC), consorcio del que forma parte infoLibre, detalló una red 21 organizaciones dedicadas al lobismo católico en Bruselas.
Jitske Grift , portavoz del European Humanist Federation, ONG defensora de las sociedades laicas en la UE, afirma además que el registro en sí mismo “no da una imagen real de los grupos de presión”. “Se pregunta si se gasta dinero en algo y, en caso afirmativo, cuánto, pero hay muy pocas especificaciones sobre en qué se gasta exactamente el dinero y no estoy seguro de que se detecte si se omite algo”, señala.
Por su parte, Neil Datta, secretario del Foro Europeo sobre Población y Desarrollo, una red de parlamentarios de la UE contra la intolerancia religiosa, explica que hay muchos grupos de presión religiosos que no son captados por los requisitos de transparencia existentes, debido a un cambio de la normativa europea de 2014 que establece que las iglesias no deben registrarse. Esta excepción no afecta a la Comece, pero tiene efectos –por ejemplo– sobre el Vaticano.
____________________________
NOTA SOBRE LOS DATOS
La cantidad que el registro imputa año a año a gastos dedicados a lobby por parte del secretariado de la Comece ha sido:
– 2014, 2016 y 2017: entre 1.250.000 y 1.499.999 euros.
– 2015: menos de 9.999 euros.
– 2018: entre 1 millón y 1.249.999 euros.
– 2019 y 2020: entre 500.000 y 599.999 euros.
Estos datos son estimaciones obtenidas por los administradores del registro a partir de los presupuestos facilitados por la Comece, explica la red de conferencias. Ahora bien, entre 2014 y 2018 la estimación se realizaba a partir del presupuesto global, mientras que desde 2019 se estima a partir del presupuesto dedicado a actividades específicamente de búsqueda de influencia, añade un portavoz de la Comece. Ello, según este mismo portavoz, explica el descenso en 2019 y 2020. También convierte el rango 500.000-599.000 en el más correcto. El gasto ha sido todos los años superior a 500.000 euros, pero no es seguro que haya sido superior a un millón incluso aquellos años en que esa es la estimación del registro.
Hay un fallo en la cifra de gasto recogida en 2015, menos de 10.000 euros, según coinciden la propia plataforma Lobby Facts y la Comece. No tiene sentido una estimación así con un presupuesto de 1,3 millones, similar al de los años anterior y posterior. “Es muy improbable que sus gastos de cabildeo sean inferiores a 10.000 euros”, señala Lobby Facts. La Comece coincide: “La baja cantidad que aparece para el año 2015 es llamativa: se trata claramente de un error o de un fallo en el sistema”.