Era un joven francés, de origen argelino, con un pasado de delincuente común. La policía ha reconocido que lo tuvo bajo vigilancia tras convertirse al salafismo y hacer viajes a Afganistán y Pakistán. Los agentes llegaron a él por la dir
La policía francesa está "segura" de que Mohamed Merah, un joven de 23 años de nacionalidad francesa y origen argelino conocido por sus vínculos con grupos salafistas, era el autor material de los siete asesinatos a bocajarro en el sur de Francia en las últimas semanas que han conmocionado al mundo entero.
Merah vivía en un apartamento – sitiado por grupos de élite de la policía– situado en una zona residencial de Toulouse, a tan sólo cinco kilómetros de la escuela judía en la que el pasado lunes mató a tres niños pequeños y a un profesor. Cuatro días antes había asesinado con disparos a bocajarro a dos militares, y ocho días antes a otro más, según los datos que obran en poder del ministro del Interior francés, Claude Gueant.
El conocido como "asesino de la motocicleta" -porque siempre acudía al lugar de sus asesinatos montado en una scooter- nació en Toulouse, de madre argelina, y era un viejo conocido por la policía local. En su ficha constan varios delitos de poca monta cuando era un crío, según ha publicado este miércoles la prensa gala.Trabajaba como mecánico chapista y se definió ante los negociadores como un muyahidín miembro de Al Qaeda.
Tras intentar sin éxito formar parte del Ejército de Francia y de la Legión Extranjera, se convirtió al salafismo y entró en el radar de los equipos antiterroristas de la policía, sobre todo desde que en 2010 comenzó a viajar a Afganistán y a Pakistán.
Merah ingresó en 2007 en la prisión de Kandahar, en el sur afgano, de la que posteriormente se fugó. "Tenemos constancia documental de que ingresó bajo nuestra custodia en 2007 por colaborar con los insurgentes, pero no podemos precisar con exactitud cuándo se fugó", dijo el director del presidio, Ghulam Farouq.
Llamó a un periodista
Un reportero de France 24 recibió el martes por la noche una llamada de alguien que se identificó como el autor de los tiroteos de Toulouse. Según ha relatado el propio periodista, y recogen medios como Le Monde, el joven daba detalles fieles de los lugares de los atentados. Los investigadores se lo tomaron muy en serio.
En su llamada, el joven explicó al periodista que sus ataques se debían a que Francia había prohibido el velo, a la guerra de Afganistán y a la situación en Palestina.
El periodista recuerda que el joven que le llamó no estaba nervioso, que hablaba con mucha propiedad, que defendía con vehemencia sus ideas y que le avisó de que esto no era más que el comienzo, que vendrían nuevos ataques.
Convertido al salafismo
La pista principal que condujo a Merah la aportó el ordenador de su hermano, ahora arrestado, en cuya IP encontró la policía un nexo de unión con una de las víctimas, la primera: se había puesto en contacto con él para venderle la moto Yamaha utilizada por Mohamed en los asaltos.
Una de las últimas personas en ver a Mohamed Merah antes de que se atrincherara en su apartamento fue una vecina suya, de tan solo 13 años, que comentó con su padre sus sospechas sobre el vecino: le había visto conducir una moto similar a la que buscaba la policía y tenía una cicatriz en el cuello.
Otros vecinos, sin embargo, recuerdan al "frío pistolero" como "un barbudo discreto" e incluso como un tipo servicial, que incluso se había prestado a ayudarles en pequeñas mudanzas. La sociedad y la prensa gala se pregunta cómo alguien que estaba bajo vigilancia policial puede conseguir "un kalashnikov, una metralleta Uzi y diverso armamento" sin levantar sospechas.