La violencia sectaria en la capital de la República Centroafricana continúa imparable pese a la intervención internacional
El crepitar de las balas ha vuelto a poblar la noche de Bangui. Milicias cristianas, conocidas como los antibalaka, han asaltado durante las últimas horas dos barrios de la capital de República Centroafricana, poblados mayoritariamente por musulmanes. Los residentes han tenido que huir de las barriadas de Fatima y Kilómetro Cinco, buscando refugio en las zonas controladas por las fuerzas de intervención internacional.
Un portavoz del Gobierno provisional, Guy-Simplice Kodegue, ha afirmado que las milicias han intentado tomar el centro de la capital. "Toda actividad, económica o social, se ha detenido", ha señalado. "Los residentes están en pánico y se han refugiado en sus casas".
A principios de mes, otro ataque a la capital llevado a por una milicia cristiana desató una oleada de violencia sectaria encabezada por las milicias islámicas Seleka, que tomaron el poder en marzo y pusieron al frente del país a Michel Djotodia, el primer musulmán presidente de un país mayoritariamente cristiano. Cientos de personas murieron en los días que siguieron al ataque, lo que llevó al Gobierno francés a intervenir con 1.600 soldados, que reforzaron a los 3.700 efectivos de la fuerza de paz de la Unión Africana (UA), los cascos verdes. La intervención francesa ha rebajado la violencia, pero no la ha eliminado. Este jueves, un ataque contra una patrulla de la fuerza internacional terminó con la vida de un militar chadiano.
Es por eso que el presidente francés, François Hollande, ha insistido en Bruselas en la necesidad de reforzar la misión internacional en República Centroafricana con la ayuda de tropas, tanto africanas como europeas. "Francia se está haciendo cargo de la parte más peligrosa de la misión", ha afirmado Hollande, "pero esperamos que tengamos de nuestro lado una presencia europea". Bélgica ya ha mostrado su interés en cooperar con la misión gala.
Mientras, Ruanda, que ya fue víctima de la violencia sectaria en el brutal genocidio de 1994, se ha erigido en uno de los mayores defensores de la misión internacional. La ministra de Exteriores del país africano, Louise Mushikiwabo, ha anunciado en su cuenta de Twitter la intención de su país de mandar tropas a República Centroafricana si la UA se lo pide.
Un campo de refugiados cerca del aeropuerto de Bangui. / FRED DUFOUR (AFP)
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