Andalucía Laica denuncia visitas pastorales del obispo de Cádiz a colegios públicos. La Consejería de Educación estipula que estos actos deben ser aprobados en Consejo Escolar y estar insertos en la asignatura de Religión Católica
El obispo de Cádiz realizó el pasado jueves varias visitas pastorales al CEIP Adolfo de Castro, el IES Alberti y el CEIP Andalucía en Cádiz. Según cuentan desde este último colegio, la convocatoria dejaba claro que la visita supondría una alteración de la planificación educativa. Andalucía Laica ha denunciado estos hechos ante la Delegación de Educación de Cádiz y la Consejería de Educación en Sevilla.
“Mi hija debería haber tenido su clase de matemáticas y no fue así. Todos sus compañeros bajaron al salón de actos a dibujar con el obispo, mientras que mi hija se perdió esta clase”, explica a Andalucesdiario.es Mª Carmen Castiñeira, madre de una alumna del CEIP Andalucía.
La normativa andaluza recoge que estos actos tienen que ser previamente conocidos y aprobados en el Consejo Escolar y deben enmarcarse en la programación de la materia de Religión Católica. En este caso, no se cumplió ninguno de los dos puntos: “Es imposible que esta visita -que se realizó a las 12.30 horas- coincidiera con las horas de Religión en todos los cursos”, asegura la directora del colegio, Adela del Moral, que fue concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Cádiz. Sobre la obligatoriedad de pasar por el consejo escolar, Del Moral, dijo: “No sabemos si hemos roto esa legislación, y si es así, que nos abran un expediente. Éste es un colegio plural en el que el 90% de los alumnos cursan las clases de Religión”. La directora denunció también la “incongruencia” de alumnos que no dan religión “pero cantan villancicos”.
Andalucía Laica denuncia que “estas visitas tienen un marcado objetivo pastoral, ya que estos actos se enmarcan dentro de un programa de visitas programadas por la diócesis y la parroquia correspondiente dentro de un plan pastoral, utilizando los espacios públicos y educativos para una actividad proselitista, vulnerando la aconfesionalidad del Estado. Además del privilegio que se otorga a esta confesión religiosa, suponen una alteración del funcionamiento del centro y de atención educativa, incumpliendo las propias normas de la Consejería”.
Niñas a la entrada de su clase. // LAURA LEÓN
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