Cuando por diagnóstico médico y para salvaguardar la salud o la vida de niños o adolescentes sea necesario realizar una transfusión sanguínea, deberá hacerse aun cuando exista oposición de quienes tienen derecho a autorizarla, de acuerdo con el dictamen aprobado por la Comisión de Salud del Congreso del Estado.
Las diputadas integrantes de esta Comisión, Rocío Beamote, Julieta García y Lariza Pérez consideran que no existe nada por encima del interés superior de la infancia y adolescencia, por lo que debe ponderarse por sobre cualquier creencia, uso o costumbre, el derecho a la vida y la protección de la salud, aun cuando ello confronte el derecho a la libertad de religión de los padres y del propio menor de edad.