A pesar de la distancia geográfica y diferencias étnicas, estas congregaciones comparten características como el secretismo, los rígidos códigos de conducta y la formación de un harén para complacer a sus líderes. Ambos pastores, de hecho, fueron condenados por abusos sexuales con menores.
Dos líderes de iglesias protestantes —uno en México y otro en Estados Unidos— se autoproclamaron representantes de Jesucristo en la Tierra, aislaron a sus seguidores, les impusieron normas estrictas, amasaron una fortuna aparentemente de los diezmos, fueron llevados ante la justicia por abusos sexuales con menores y siguen gobernando desde la cárcel ya que sus fieles los consideran mártires.
Las similitudes entre el caso de la iglesia pentecostal La Luz del Mundo (LLDM) y la iglesia mormona Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (FDLS) van más allá de los procesos criminales que enfrentaron sus pastores: Naasón Joaquín García, de LLDM; y Warren Jeffs, de FDLS.
Quienes abandonaron ambas congregaciones afirman que sus vidas giraban en torno a la adoración de su dirigente espiritual, al que debían obedecer sin cuestionar nada. A Naasón Joaquín le dicen ‘Apóstol de Jesucristo’; a Warren Jeffs le llaman ‘Profeta de Dios’. Ellos heredaron el trono, las influencias y la riqueza de sus padres, quienes se encargaron de extender sus respectivos cultos.
En LLDM y FDLS les inculcan a los feligreses que son el pueblo elegido de Dios, que solo a través de sus pastores divinos pueden alcanzar la Gloria eterna, que desacatar sus deseos implica condenar sus almas al infierno y que todas las distracciones mundanas —incluso ver la televisión— son tentaciones del diablo.
A las mujeres les exigen cumplir con un código estricto de vestimenta para que sean “recatadas”: faldas largas, blusas holgadas, sin teñirse el cabello y nada de maquillaje ni joyas.
A los jóvenes les prohíben tener novio a menos que sea para contraer nupcias. Es común que el pastor elija las parejas para realizar matrimonios a ciegas. La institución controla cada aspecto de sus vidas.
Aquellos que se salen de la iglesia por dudar y cuestionar al ‘Apóstol’ o al ‘Profeta’ dejan de tener comunicación hasta con sus familiares más cercanos: padres, esposos, hijos, hermanos, tíos, primos… Las dos asociaciones llaman despectivamente “apóstatas” a los que se fueron.
La lista de coincidencias es tan larga que algunos aseguran que La Luz del Mundo, al igual que la iglesia FDLS, son sectas herméticas que explotan a sus miembros para beneficiar al líder espiritual en turno.
En el documental Keep sweet: pray and obey (Sé gentil: ora y obedece) de Netflix, que trata sobre la adoración a Jeffs en la FDLS, el abogado Roger Hooley dice esta frase que aplica para ambos casos.
“Físicamente uno podría pensar cómo irse. Pero mucho más poderosas que las restricciones físicas son las restricciones sociales, religiosas y mentales que tienen estas personas. Han nacido y se han criado en este grupo, no son independientes económicamente y les enseñan que el mundo exterior es malvado, así que tienen miedo de irse. Y saben que si se van dejarán a su familia y es muy difícil hacer eso”.
El anterior ‘Profeta de Dios’ de FDLS, Rulon Jeffs, congregó a sus seguidores en Centennial Park, Arizona. Allí la secta practicó la poligamia o casarse con múltiples cónyuges, con la idea de que cuantas más esposas e hijos tenga un hombre “más alto estará en el cielo”. Rulon Jeffs tuvo más de 60 esposas, varias de las cuales vivían con él bajo el mismo techo, formando una especie de harén que lo atendía.
Rulon Jeffs murió en 2002 y su hijo Warren tomó el trono y llevó la doctrina al extremo: aislando aún más a la congregación y diseñando incluso el tipo de vestimenta y peinados que debían llevar las fieles.
En el documental de Netflix se afirma que Warren Jeffs ha tenido 78 esposas, de las cuales 24 eran menores de edad. También se alega que casó a 67 niñas con hombres adultos de su iglesia.
Keep sweet: pray and obey cuenta con los testimonios de sobrevivientes de la iglesia, incluida Rebecca Musser, quien fue una de las esposas más jóvenes de Rulon Jeffs. Ella testificó en el juicio de su hijastro y ayudó a las fuerzas del orden para entender el funcionamiento de la institución mormona.
Por su parte, el primer ‘El Apóstol de Jesucristo’ de La Luz del Mundo, Eusebio o Aarón Joaquín González, guio a su pueblo elegido para establecerse en una zona desértica en Guadalajara, en el estado mexicano de Jalisco, que se convirtió en su colonia sede, la Hermosa Provincia. De acuerdo con denuncias, este tenía un grupo secreto de doncellas que lo complacía sexualmente.
Templos de la secta fundamentalista mormona (izquierda) y de La Luz del Mundo. Crédito: Getty Images
Al morir Eusebio/Aarón en 1964, su hijo Samuel Joaquín Flores sustituyó su figura mesiánica y continuó la práctica de tener esclavas a las que llamaban “vestales”. Durante su apostolado, la iglesia experimentó su mayor crecimiento y libró varias acusaciones de abuso sexual en México. Falleció en 2014 y su hijo Naasón Joaquín García asumió el liderazgo de La Luz del Mundo.
De acuerdo con los testimonios de cinco jóvenes denunciantes que se escucharon en la Corte Superior del condado de Los Ángeles el pasado 8 de junio, Naasón Joaquín también formó un harén con niñas y jóvenes en México y California, a las que llamaba “angelitas”. Las violó advirtiéndoles que, si no lo obedecían, sus almas y las de sus familiares jamás llegarían al Cielo.
El documental de Nexflix menciona que Warren Jeffs posee una fortuna y es dueño de una constructora que supuestamente se aprovecha de la mano de obra barata de sus fieles. Mientras que Univision Noticias ha verificado que los Joaquín tienen un emporio inmobiliario en varios estados de México y Estados Unidos. En sus empresas y propiedades trabajan, a menudo sin paga, los feligreses de LLDM. Los detractores de esta familia afirman que se volvieron ricos con los donativos que llegan a sus templos.
“Ha habido muchas otras sectas con esas mismas características y no solo cristianas. El Estado Islámico, The Peoples Temple de Jim Jones y Rajneeshpuram, una secta hindú en Oregon encabezada por un gurú llamado Rajneesh, son otros ejemplos”, explica Andrew Chesnut, profesor de estudios religiosos de la Virginia Commonwealth University, en una entrevista con este medio.
“No todas las sectas son explotadoras; sin embargo, la organización autocrática y el secretismo de muchas se prestan a abusos y explotación de los miembros”, agrega el catedrático.
Los procesos judiciales
Naasón Joaquín fue arrestado en junio de 2019 en Los Ángeles, California, enfrentando múltiples cargos de abuso sexual de menores, pornografía infantil, violación de una menor y tráfico humano. Tras un largo y accidentado proceso judicial, él se declaró culpable de tres cargos por el abuso de tres menores que acudían al templo en esa ciudad y lo condenaron a casi 17 años de prisión.
El cuestionado acuerdo que sus abogados alcanzaron con la Fiscalía de California, que eliminó 16 cargos y la posibilidad de sentenciarlo a cadena perpetua, dejó un mal sabor de boca en las víctimas. Ellas creen que se hizo justicia a medias. Su esperanza es que el Buró Federal de Investigaciones (FBI), que tiene en la lupa al pastor mexicano, formule un caso federal que extienda su tiempo en la cárcel.
Fieles de la iglesia mormona fundamentalista (izquierda) y de la iglesia La Luz del Mundo. Crédito: Getty Images
Algo similar ocurrió en el caso criminal de Warren Jeffs, quien en mayo de 2006 fue colocado en la lista de los 10 fugitivos más buscados del FBI por huir tras ser acusado de arreglar matrimonios ilegales entre hombres adultos y niñas en Utah. Tres meses después fue capturado en Las Vegas, Nevada.
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Jeffs fue condenado en 2007 por dos cargos de violación como cómplice y le impusieron una condena de diez años con la posibilidad de extenderlo a cadena perpetua. Pero la sentencia fue anulada por la Corte Suprema de Utah en 2010 debido a fallas en el debido proceso y se temía que se saldría con la suya.
Eso llevó, no obstante, a que el gobierno de Texas pidiera su extradición para enjuiciarlo por el abuso sexual de dos adolescentes con las que se casó ilegalmente: una niña de 12 años y otra de 15. Allí lo condenaron a cadena perpetua, más 20 años de cárcel.
Cuando se desarrollaban los procesos de Naasón Joaquín y de Warren Jeffs, sus congregaciones reclamaban que se trataba de una injusta persecución religiosa. El primero reconoció sus delitos para evitar un castigo más severo y el segundo enfrentó un juicio en el que lo declararon culpable. Coincidió que las testigos clave eran identificadas por las autoridades como ‘Jane Doe 4’.
Naasón Joaquín se encuentra en la Cárcel Central para Hombres de Los Ángeles, en espera de que lo trasladen a una penitenciaría estatal. Warren Jeffs está recluido en la prisión Powledge en Palestine, Texas. Desde sus celdas siguen gobernando a través de intermediarios. Han dado prédicas a través de llamadas telefónicas y los audios se han escuchado en sus templos.
Ahora que están tras las rejas los seguidores de Joaquín y Jeffs creen que son mártires.
“Muchas veces el adoctrinamiento en estas sectas es tan absoluto y totalitario que los creyentes acaban con una fe ciega, la cual no los permite captar y cuestionar los abusos de parte del liderazgo, aun cuando la justicia los ha sentenciado por crímenes graves, como el abuso sexual de menores de edad y hasta el homicidio”, explica Andrew Chesnut, experto en religiones.
Todavía no se ha fijado la fecha de liberación de Naasón Joaquín. Su iglesia se prepara para su evento más importante, la Santa Cena, que coincide con el natalicio de su fundador Eusebio Joaquín.