Dice que un importante sector rechaza al Presidente y por ello lanza críticas de “muy mal gusto” sobre inseguridad; aprueba abrazos, no balazos por privilegiar amor al prójimo
La Iglesia católica busca que se utilice la mano dura para combatir al crimen, porque desde que Andrés Manuel López Obrador ganó la Presidencia hubo un rechazo de un importante sector de la jerarquía católica, por eso sus ataques contra este gobierno, asegura el presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas y Evangélicas (Confraternice), Arturo Farela Gutiérrez, quien acusa a la jerarquía eclesiástica de querer “incendiar el país”.
“Desde que López Obrador ganó se vio un rechazo de un importante sector de la jerarquía católica. No sé si esa sea la razón por la que el Presidente no los ha recibido como antes lo hacían los presidentes de sexenios pasados, sin dejar de ser un país laico. La jerarquía católica pretende incendiar el país, que sea como sea, está siendo gobernado a través de la paz”, enfatiza.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Farela Gutiérrez considera de “muy mal gusto y francamente equivocadas” las críticas vertidas por sacerdotes y obispos de la Iglesia católica por la inseguridad que enfrenta el país.
“Ellos no se están rigiendo por lo que deberían de enseñar, que es la Biblia como palabra de Dios. En la Biblia encontramos una máxima de Jesucristo que dice: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. Si los obispos católicos tuvieran prácticas y enseñanzas cristianas, dejarían de estar no solamente criticando las políticas públicas del gobierno federal, sino que ellos mismos estarían dando opiniones fundamentadas en las enseñanzas de Jesucristo, y no lo hacen”, sostiene.
Afirma que como Andrés Manuel López Obrador no se ha ceñido a la voluntad de la jerarquía católica, ésta revira con críticas contra la actual administración, “que son sin fundamento, sin razones y sin argumentos. Con esto, podemos darnos cuenta de que la jerarquía católica no desea el bien de México, sino todo lo contrario: está tratando de incendiar al país”.
Farela Gutiérrez dice que hay paz en el país, al argumentar que no existen grupos armados en Guerrero, en Chiapas, en Michoacán o en cualquier otra parte de la República.
“El México de hoy es muy distinto, ahora es un país institucional que se ciñe al respeto del Estado de derecho. Por ello, debemos apoyar al Presidente y dejar de hacerle esas críticas destructivas, hay que hacerlas pero de manera constructiva para ayudarlo”, refiere.
Expone que la educación espiritual es importante “y eso es lo que el Presidente frecuentemente está tratando de instruir a los mexicanos sobre ese tema como base fundamental para erradicar la violencia”.
Para el presidente de la Confraternice no existen fallas o errores en el actual gobierno, ni nada que cuestionarle a López Obrador.
“En un país democrático debe haber crítica fundamentada, reflexiva, analítica, pensante… no irracional”, destaca.
¿Cuál es su opinión de la estrategia abrazos, no balazos, realmente funciona?
—A nosotros nos parece la correcta porque creemos que la violencia no se debe combatir con violencia. Abrazos, no balazos significa amor al prójimo, significa convivencia fraternal. Y atacar los orígenes de la violencia enseñando principios de amor al prójimo son fundamentales para que no tengamos un México lleno de violencia.
Hace poco más de un mes, Farela Gutiérrez aseguró que los templos que integran Confraternice participarían en la Jornada de Oración por la Paz, que fue convocada por la Conferencia del Episcopado Mexicano y que se llevó a cabo durante todo julio.
Sin embargo, decidió no participar porque “nosotros tenemos otras enseñanzas. Jesucristo nos enseña a orar por la paz todos los días. Y eso es lo que nosotros hacemos. Todos los días, 35 millones de cristianos evangélicos oramos por la paz, por nuestras autoridades, por los tres niveles de gobierno, por los más de 125 millones de mexicanos”.
El pastor, quien asegura que pronto se reunirá con el Mandatario, señala convencido de que si “a los criminales que operan en el país les hubieran enseñado desde niños la verdadera fe cristiana, no matarían, no robarían, no secuestrarían. Porque eso está prohibido por la Biblia. Es lo que enseña Jesucristo.
“Lamentablemente, los que tienen esas prácticas son católicos romanos y además la Iglesia católica no enseña la Biblia como debe de ser, sino catequizan. Esto es suplantan la Biblia”.
El presidente de la Confraternice manifiesta que una de las maneras como se puede combatir la violencia que enfrenta el país es enseñando principios de amor al prójimo.
“Si yo amo a mi semejante, no lo voy a robar, no lo voy a matar, no lo voy a secuestrar. Por eso el Presidente en las mañaneras insiste en hablar de las enseñanzas cristianas, que entiende una buena parte del auditorio”.