El experto en religiones Roberto Blancarte afirmó que a pesar de que desde el año pasado México se asumió constitucionalmente como una Republica laica, aún hay derechos –en particular los que tienen que ver con la salud de las mujeres– que avanzan con muchas dificultades “gracias” a la intervención de las religiones.
En el seminario “Desafíos en un Estado laico. Análisis del artículo 40 constitucional”, el investigador de El Colegio de México aseguró que en realidad en este país no existe un Estado laico que garantice los derechos reales de las mujeres en materia de sexualidad y reproducción, ya que hay grupos a quienes se les niegan estas garantías.
En el evento realizado en la Cámara de Diputados, Blancarte explicó que en general las mujeres no tienen garantizado el acceso a métodos anticonceptivos o servicios para prevenir la mortalidad materna, pero enfatizó que aquellas que viven en zonas rurales, son pobres y además son adolescentes, son más vulnerables a la falta de estos derechos.
El sociólogo mencionó que la falta de estos servicios en materia de salud pública es consecuencia de una Republica laica que no ha logrado imponer una serie de criterios a favor de los derechos femeninos.
Sostuvo que la injerencia de creencias religiosas en las políticas públicas ha traído como consecuencia la alta tasa de embarazos en adolescentes.
“Si juntan estos tres grupos (pobres, indígenas y adolescentes), tenemos que muchas veces significa prácticamente una sentencia de muerte”, lamentó al insistir que hay una ausencia del principio de laicidad.
En noviembre de 2012 se publicó la reforma al artículo 40 constitucional que introdujo la palabra “laica”, sin embargo hay otros tres artículos constitucionales que hacen referencia a este tema (tercero, 130 y 24), además de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público que regula a esas agrupaciones.
Blancarte advirtió que la interpretación del artículo 40 constitucional se debe hacer a la luz de las otras normas, y alertó que es necesario empezar a discutir qué significa ser parte de una República laica, ya que algunos funcionarios han tomado este precepto para argumentar que tienen derecho a participar en actos religiosos en su papel de servidores públicos.
Dijo que toda reforma normativa, una vez aprobada, deber ser interpretada por la sociedad y en este caso llamó la atención sobre la laicidad ligada a la libertad, igualdad y justicia social, para evitar que los jerarcas y las religiones sigan interviniendo para que los derechos de las mexicanas sean acotados.