La canciller alemana, Angela Merkel, reiteró hoy que el islam y los musulmanes «son parte» de su país, terciando en un debate sobre la identidad cultural de Alemania y contradiciendo a su ministro del Interior, Horst Seehofer.
La canciller se pronunció de esta forma en la primera declaración de gobierno de su cuarta legislatura, en la que perfiló las principales políticas de la legislatura y las claves de su Ejecutivo.
En Alemania hay 4,5 millones de musulmanes (sobre una población total de unos 82 millones de personas), y «ellos y su religión son ya una parte de nuestro país», pese a que históricamente Alemania ha sido un país de mayoría cristiana.
La gran mayoría de estos musulmanes, defendió la canciller, «rechazan el radicalismo y el islamismo» y practican su religión «de forma pacífica y de acuerdo a la Constitución».
Merkel agregó que la violencia, la xenofobia, el racismo y el antisemitismo «no tienen lugar» en Alemania y que la libertad religiosa es un fundamento clave del país.
La convivencia dentro de la diversidad cultural y religiosa, argumentó la jefa del Gobierno alemán, «se basa en la ley».
La líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) se posicionó de esta forma claramente en contra de Seehofer, el líder de la bávara Unión Socialcristiana (CSU), que en su primera entrevista como ministro de Interior aseguró que «el islam no pertenece a Alemania».
Condena a Asad y Rusia por los bombardeos en Siria
La canciller alemana condenó al régimen del presidente sirio, Bashar Asad, por los bombardeos sobre la región de Guta Oriental, en las afueras de Damasco, y amplió esa condena a Rusia, por «consentirlos».
«Justo en estos días estamos asistiendo a la crueldad de la situación en Guta Oriental», apuntó la canciller. «Las condenamos con la máxima severidad», añadió, tanto en lo que respecta al régimen sirio por su responsabilidad directa sobre esos bombardeos, como a Rusia, su aliado, por «consentirlos sin actuar».
Merkel se refirió a estos ataques tras incidir en las crisis humanitarias y migratorias de los últimos años y en especial al conflicto sirio «que en los últimos años ha hecho huir a la mitad de su población».
La comunidad internacional fue «ingenua» y «no reaccionó a tiempo» ante conflictos como estos, situación que «no puede repetirse en el futuro».
«Alemania acogió a esos refugiados ante una situación de emergencia excepcional que no debe repetirse«, apuntó, en alusión a la acogida en el país, desde 2015, de unos 1,5 millones de peticionarios de asilo.
Merkel defendió el acuerdo alcanzado hace dos años entre la Unión Europea (UE) y Turquía en materia de refugiados, como parte de una actuación destinada a «combatir a las mafias que trafican con seres humanos»
