La archidiócesis de Melbourne ha enterrado un informe independiente sobre su protocolo con víctimas de abusos sexuales. El programa de actuación -conocido como la Melbourne Response (la “Respuesta de Melbourne”)- ha sido blanco de muchas críticas desde que fue puesto en marcha en 1996 por el entonces arzobispo de la ciudad, el ahora cardenal George Pell.
“Lo vamos a hacer (no publicar el informe) porque queremos causar las menores molestias a las personas que han sufrido”,declaró a Fairfax Media el viernes pasado el actual arzobispo de Melbourne, Denis Hart.
El prelado realizó estas declaraciones después de que la archidiócesis confirmara que doblaría el límite de las indemnizaciones que ofrecerá a víctimas -de acuerdo con las recomendaciones de la Real Comisión australiana sobre las Respuestas Institucionales a Abusos de Menores- pero sin dar a conocer las conclusiones del informe independiente sobre su protocolo de actuación en estos casos que ya encargó hace más de dos años, al menos por el momento.
El arzobispo Hart indicó asimismo que el informe independiente sobre la Respuesta de Melbourne pasará ahora a manos de la Real Comisión, quien será la encargada de decidir si se publica o no.
“En caso de que ellos (los comisarios) nos dijeran: “Publíquenlo”, desde luego lo publicaríamos. O trataríamos de reevaluarlo (el contenido de la Respuesta de Melbourne) de acuerdo con lo que nos están diciendo la comunidad y la Comisión, para el bien de todos”, afirmó Hart. Los comisarios, no obstante, ya indicaron hace más de un año quecualquier modificación al protocolo interno de la Iglesia en materia anti-abusos corresponde a la propia Iglesia, y no a una imposición que viniera desde la Real Comisión.
El arzobispo Hart anunció una revisión independiente sobre la Respuesta de Melbourne en agosto de 2014 después de recibir fuertes críticas en una vista de la Real Comisión acerca de la imparcialidad, confidencialidad y equidad de la misma. El prelado afirmó en aquel entonces que el ex-juez Donnell Ryan se encargaría de estudiar posibles mejoras al protocolo, que podrían pasar, según indicó, por cambios en sus procesos de investigación de casos de abusos, por un aumento en las indemnizaciones monetarias pagadas a víctimas y por una comprobación de la equidad de los pagos que se han realizado en los 20 años de vida del programa.
Aunque Hart, en un primer momento, prometió que las conclusiones de la revisión de Ryan se harían públicas en noviembre de 2014, no fue hasta septiembre de 2015 cuando el ex-juez entregó su informe al prelado, demora que la archidiócesis achacó en aquel momento a los lentos avances de la Real Comisión. Desde entonces el informe ha ido cogiendo polvo en un cajón de la curia archidiocesana, sin que su propio autor ni siquiera supiera cuándo se iba a publicar.
Pese a que la decisión de doblar el límite de compensaciones ha sido celebrada por grupos de defensores de los supervivientes, la Iglesia de Melbourne también ha recibido reproches por su decisión de enterrar el informe de Ryan. Anthony Foster, por ejemplo -el padre de dos víctimas de un cura pedófilo de Melbourne- en declaraciones a Fairfax se mostró“perturbado” por la decisión del arzobispo Hart.
“Esto no vale”, dijo Foster. “Ha habido desde el principio una promesa explícita de que este informe se publicara y debe publicarse. Tenemos que ver el informe completo para saber si la archidiócesis está implementando todas las recomendaciones de la revisión de Ryan”, prosiguió, refiriéndose a las otras conclusiones del ex-juez, que presuntamente irían más allá de un mero aumento al límite de compensaciones.
Contactado por RD, un portavoz de la archidiócesis de Melbourne aseguró que, aunque no se vaya a publicar por el momento, concluir que el informe de Ryan ha sido suprimido es “ridículo” y totalmente “engañoso”. “El informe ha sido pasado a la Real Comisión, que dará sus conclusiones sobre (la actuación de) la Iglesia católica en febrero”, insistió. “Yo sugeriría que este es un paso perfectamente apropriado y lógico”.
Según una investigación realizada por Fairfax a finales del año pasado, la Respuesta de Melbourne podría haber ahorrado a la archidiócesis un total de 62 millones de dólares en compensaciones a víctimas de abusos. El promedio de las recompensaciones bajo el programa extrajudicial ha sido de $46.000, comparado con la media de $270.000 que reciben las víctimas que han demando a la Iglesia en los tribunales.