"El verdadero legado de Jesucristo está muerto, como una inerte figura de madera. Oculto bajo finos encajes, terciopelos, joyas y piedras preciosas. Imágenes de expresión e impresión esperpéntica. Fuchina turística-festiva populachera. Regodeos y alardes carentes de cristiano pudor. "Gott ist tot." Dios ha muerto. Y algunos le han enterrado en los templos. Harto de tanta falsedad, el cielo rompe a llorar esta primavera. Y llueve con oscura tristeza, con acres lágrimas negras. Tanto en el cielo como en la tierra. Esta semana no salió ni la famosa Macarena ni otras muchas hermandades, con gran pesar y frustración de sus feligreses. ¿Será esa su verdadera penitencia? Quizás los creyentes no lo estén haciendo del todo bien."
Rafa Iglesias
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