La celebración ha sido polémica este año por la ausencia de Jordi Martí (PSC), que ha criticado el actual formato de la visita de autoridades por «anacrónico»
COMENTARIO: Confunde el cardenal la libertad con el privilegio. El Estado no tiene que ignorar nada, ni que haya gente religiosa, igual que la hay no creyente. Pero lo que el Estado no puede hacer sin vulnerar la igualdad, sin discriminar, sin romper su aconfesionalidad, su neutralidad,… es participar como institución pública en unos actos religiosos propios de unos creyentes. La función del Estado es atender el bien común, el bien de todos, no asisitir a los actos de culto de una religión. Nada impide que esos fieles puedan celebrarlo, pero el Estado representado por esas autoridades no tienen derecho a vulnerar la libertad de conciencia de los demás ciudadanos que tengan otras creencias, o ningunas. Ese trato de favor con la iglesia católica es un privilegio que quienes tanto presumen de moral debieran ser lo primeros en renunciar.
El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha señalado este martes en su homilía en la misa de la Mare de Deu de la Mercè, patrona de la ciudad, que "el hecho religioso está presente en la sociedad y el Estado no puede ignorarlo". La celebración ha sido polémica este año por la ausencia de Jordi Martí, presidente del grupo municipal del PSC, que ha criticado el actual formato de la visita de autoridades por "anacrónico". Es la primera vez en democracia que el jefe de la oposición y líder socialista en el consistorio falta a esta cita.
"Pretender que el Estado laico haya de actuar como si este hecho religioso, incluso como cuerpo social organizado, no existiera, equivale a situarse fuera de la realidad", ha dicho el cardenal, quien ha recordado que este año se celebra el 1700 aniversario del Edicto de Milán, considerado la acta del nacimiento de la libertad religiosa y de la laicidad del Estado. Martínez Sistach ha indicado que "el laicismo, que excluye del ámbito público de la convivencia social la dimensión religiosa, contempla una sociedad que no es la sociedad real" porque "en la sociedad hay hombres y mujeres que son creyentes y que no son creyentes y los que tienen una religión la viven y la celebran en medio de la convivencia social".
El cardenal ha citado al papa Benedicto XVI que dijo que "la auténtica laicidad no consiste en prescindir de la dimensión espiritual, sino en reconocer que esta, radicalmente, es garante de nuestra libertad y de la autonomía de las realidades temporales". El cardenal también se ha referido en su homilía al actual pontífice y ha explicado que, en la audiencia privada que le concedió el papa Francisco el 6 de este mes, "alentó a todos en el trabajo evangelizador para manifestar el amor y la misericordia de Dios a todos los hombres y mujeres de hoy, ya que todo el mundo desea ser amado y ser feliz".
Lluis Martínez Sistach ha pronunciado toda su homilía en catalán, pero ha hecho un breve paréntesis en castellano para referirse a los muchos sudamericanos que han venido a Barcelona "muchos por necesidad" y señalarles que la Virgen de la Mercè les pide que "hagan lo que Jesús les diga". Ha añadido que la libertad es condición indispensable para un vida llena y que se trata de un ideal bien actual en nuestros tiempos, ya que se dan "muchos tipos de esclavitud". Como novedad en la celebración, no ha habido coro que acompañara el acto religioso como es habitual.
Presencias y ausencias
La ausencia de Jordi Martí se ha sumado a los concejales del grupo ecosocialista que, desde hace años, no asisten y reclaman que el ayuntamiento deje de participar en esta liturgia. Del Gobierno municipal han asistido todos los tenientes de alcalde salvo la titular de Calidad de Vida, Igualdad y Deportes, Maite Fandos, con la presencia de once de sus catorce concejales. El grupo del PP ha acudido al completo. El del PSC ha contado con cuatro de sus 11 concejales: Assumpta Escarp, Guillem Espriu, Pilar Díaz y Joan Trullén. De los dos concejales de UpB ha acudido su líder, Jordi Portabella (ERC), ya que Joan Laporta había alegado por segundo año motivos de agenda.
Trias ha valorado que como alcalde tiene "la obligación" de ir a la misa de La Mercè en el día de la copatrona de la capital catalana y ha recordado que los alcaldes siempre han acudido a esta tradicional visita de autoridades y que su asistencia nunca se ha puesto en discusión. Sin embargo, ha afirmado que esto no obliga a nadie y cree que deben respetarse las decisiones de la gente. "En mi se da la condición de que además son creyente, pero si no fuese creyente también iría", ha dicho.
Ha recordado que les invita el cardenal arzobispo, Lluís Martínez Sistach, y que asiste "encantado" a la misa, que coincide con La Mercè -"Hay gente que no entiende o no quiere entender que es la patrona", ha afirmado-, y ha recordado que ya aplicaron un cambio en el protocolo: los concejales, el presidente de la Generalitat y los mandos militares ya no se colocan sobre una tarima cerca del altar.
Tras la misa, Mas, Trias y concejales han vuelto a la plaza Sant Jaume para seguir la jornada 'castellera' -en la que se ha desplegado una gran 'estelada' por segundo año consecutivo-, aunque con la ausencia en buena parte de la jornada del líder del PSC, Jordi Martí. Quien sí ha estado en el Ayuntamiento ha sido la exdiputada del Parlament Laia Bonet, que está entre quienes más han sonado para presentarse a las primarias para escoger al candidato del PSC a las elecciones municipales del 2015, y que ya acudió el viernes al pregón del cocinero Ferran Adrià.
Protesta
El Ayuntamiento de Barcelona ha ampliado este año el perímetro que separa la basílica de la Mercè de las protestas ciudadanas, que se han ido haciendo más evidentes a medida que se asienta la crisis. El año pasado llegó a volar algún huevo, que logró manchar la solapa de algún concejal. La actuación de 'castellers' y 'gegants' ha sido potenciada, pero las colles no se han quedado al margen del ambiente reivindicativo general. Como muestra, los 'castellers' no han levantado sus pilares justo cuando salía la comitiva como es tradicional.
Este martes, desde antes del inicio de la celebración religiosa y durante toda la misa, sobre dos centenares de personas han protestado con silbidos y bocinazos. Concretamente un grupo -con subsaharianos del Poblenou y otros inmigrantes- reclamaba 'papeles' para toda la ciudadanía; otro protestaba contra los desahucios, los recortes y el paro y varios reclamaban una celebración laica de la Mercè. Estaban presididos por una imagen de la Virgen de La Mercè 'indignada'.
También se han concentrado autobuseros de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) en conflicto laboral con la empresa, mientras que a la salida de las autoridades, cuando estas se encaminaban al consistorio, se han oído cánticos en favor de la independencia. Durante todo el acto no han dejado de oírse sus bocinas y gritos y consignas, mayormente, contra el presidente de la Generalitat.
Representantes municipales durante la misa de la Mercè, este 2013 polémica por su formato tradicional LV / Mané Espinosa
Imagen de la tradicional misa en honor a la copatrona de Barcelona, la Mercè LV / Ana Jiménez
El presidente catalán, Artur Mas, rodeado de autoridades, ayer durante la celebración de la Virgen de la Mercè. / gianluca battista
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