El gobierno maldivo ha condenado el concurso como un acto que socava la religión, las creencias y la cultura.
La maldiva Mariyam Shaina Naseem, de 21 años, voló este miércoles a México para convertirse en la primera modelo maldiva en participar en el concurso Miss Universo, desatando vergüenza entre eruditos, conservadores, y el Gobierno de esta nación insular que vive bajo una rígida aplicación de la ley islámica.
El Gobierno de Maldivas, así como muchos jeques, eruditos y líderes religiosos, han condenado la participación de la concursante como un pecado.
En un comunicado emitido este martes, el Ministerio de Empoderamiento Juvenil de este país de mayoría musulmana condenó el concurso, que tendrá lugar en México el próximo noviembre, como un acto que socava la religión, las creencias y la cultura del pueblo maldivo.
«El Gobierno maldivo no acepta ni apoya ningún concurso que menoscabe la religión, las creencias y la cultura del pueblo maldivo, y no acepta que ningún maldivo participe en dichos concursos«, recita el comunicado.
Debido a estas razones, «condenamos a cualquier maldivo que participe en tal concurso y pedimos al participante que se retire inmediatamente«, exigió.
Eruditos religiosos se apresuraron a oponerse a Shaina, mientras que algunos llegaron a decir que merecía estar en el infierno por participar en el concurso.
Sin embargo para otros la decisión del Gobierno de condenar a Shaina como un movimiento degradante para las mujeres es excesiva y alimenta el doble estándar del país asiático, conocido como un destino de lujo y paradisíacas islas.
Algunos dijeron que condenar a Miss Universo mientras se organizan concursos como «Míster Maldivas» para hombres expone la hipocresía de los gobiernos.
En una entrevista al medio maldivo He and She, la participante aseguró que lo que respecta a los comentarios, ella tiende a ignorar los que tienen un objetivo degradante.