El Gobierno español ha intentado ocultar que gastó aproximadamente 10.000 euros en mandar a 12 guardias civiles a una peregrinación a Lourdes que se desarrolla desde el día 14 y finalizará este domingo.
El Gobierno español ha intentado ocultar que gastó aproximadamente 10.000 euros en mandar a 12 guardias civiles a una peregrinación a Lourdes que se desarrolla desde el día 14 y finalizará este domingo. Así queda en evidencia en la respuesta por escrito remitida por el Ejecutivo que dirige Mariano Rajoy a Jon Iñarritu, diputado de Amaiur, que se había interesado, entre otras cuestiones, por el montante total del viaje religioso de los uniformados.
Una pregunta que no encuentra contestación en el escrito, fechado a 22 de abril. No parece que sea por desconocimiento, ya que una nota de prensa del Instituto Armado, con fecha de 13 de marzo, ya hablaba de un presupuesto de unos 10.000 euros. Lo único que reconoce Interior es que la peregrinación, que lleva realizándose desde hace 56 años, implica el «derecho de indemnización». Una paga que abarca tanto el desplazamiento como las dietas y que supondrá que cada guardia civil genere un gasto de 833 euros en cuatro días por un desplazamiento religioso voluntario y a cargo del erario público.
Cabe recordar que eran el capellán jefe del Servicio Religioso de la Guardia Civil y el capellán del Colegio de Guardias Jóvenes los encargados de seleccionar a los agentes agraciados con la travesía. Una selección que se haría según la «motivación religiosa», tal y como remarcó en una instrucción interna Fernando Gutiérrez Vargas, teniente coronel interino en Servicio de Acción Social.
«Es Francia quien invita», asegura la respuesta del Ejecutivo. La invitación, no obstante, se limita a la primera acepción del término en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, aquella que habla de realizar el llamamiento, pero no a pagar los gastos. Según el Departamento de Fernández Díaz, en el encuentro participan 12.000 militares de 47 países entre los que destacan 4.147 franceses (que ejercen de anfitriones), 729 alemanes y 2.550 italianos «pertenecientes a muy diversas confesiones religiosas» y con el objetivo de fomentar «la conciliación y la paz entre las naciones».
El gasto no es la única respuesta que elude el Gobierno, que se ha cuidado de no especificar los criterios religiosos a los que aludió el teniente coronel en su circular interna. Tampoco deja claro si tiene previsto enviar a guardias o militares a otras peregrinaciones no católicas.
Esta no es la primera ocasión en la que queda en evidencia el carácter fundamentalista de miembros del Ejecutivo español. Recientemente, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, conocido miembro del Opus Dei, concedió la Medalla de Oro al Mérito Policial con carácter honorífico a Nuestra Señora María Santísima del Amor, mientras que en 2012 condecoró a la Virgen del Pilar.
Jorge Fernández Díaz en el cuartel de La Salve, en marzo pasado. (Luis JAUREGIALTZO/ARGAZKI PRESS)
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