Musulmanes rezan en el santuario sufí del santo Saint Khawaja Naqashband en el aniversario de su muerte. DANISH ISMAILREUTERS
¿Qué es el sufismo?
Es una corriente del islam de carácter ascético. Una forma de espiritualidad denominada “tasawuf” en árabe y nacida entre los siglos VIII y IX que trata de revivir el mensaje del profeta mediante la introspección en el contenido de la revelación coránica. Sus seguidores aseguran que el sufismo está resumido en el versículo “En verdad, de Dios somos y a él regresamos”. Está extendido por todo el mundo, tanto entre suníes como chiíes, y se organiza en cofradías o “tariqas”, dirigidas por un guía espiritual; un sistema jerárquico de disciplina y autoridad y una serie de prácticas rituales. Se considera un islam moderado y pacífico que ha influido en todas las manifestaciones culturales, desde la música o la danza hasta la poesía.
¿Cuál es su presencia en Egipto?
El sufismo conecta con el islam más popular. En Egipto, algunos líderes sufíes sostienen que alrededor del 20% de la población sigue sus dictados, pero la cifra precisa resulta incierta. El estatal Consejo Supremo de las Órdenes Sufíes contabiliza alrededor de 70 órdenes repartidas por todo el país. Las principales son la Shadhiliya, los Burhamiya, los Rifaiya y los Ahmadiyya. Una de las manifestaciones más multitudinarias y queridas del sufismo en la tierra de los faraones son los “mulid”, las romerías dedicadas a recordar la memoria de un santo sufí. Se celebran en todos los rincones del país y tienen su momento más especial en el zikr, un baile acompasado por invocaciones repetitivas del nombre de Alá y música durante el que los danzarines -dando vueltas sobre sí mismos- entran en trance.
¿Por qué se halla en el blanco del IS?
Los guardianes de la ortodoxia islámica acusan al sufismo de “apostasía” por su adoración a los santos, un forma de idolatría que rechazan y que -alegan- no se halla en la práctica primigenia del islam, en los tiempos de Mahoma. El IS ha sido especialmente agresivo con los sufíes. En el Sinaí su filial ha ejecutado a varios jeques sufíes. Una cruzada que ha extendido a otros países como Pakistán, donde el pasado febrero la sucursal local se cobró la vida de 80 personas que habían peregrinado hasta el mausoleo de un filósofo sufí.