Lo primero que hace saber este correo-denuncia es la precariedad de la sanidad pública en Valencia, “mientras que se han invertido millones en preparativos de celebraciones, la primera la del Papa”.
Construir una suite para una noche
Además, informan que “se ha construido, dentro del Palacio Arzobispal, una suite de estancias lujosamente adornadas que han costado una fortuna y sólo van a servir para una vez”, puesto que el Papa sólo durmió una noche en Valencia.
Fuerte seguridad
También se arremete contra la fuerte seguridad en la visita del Santo Pontífice: cerrar líneas de metro que pasaban “justamente por debajo del itinerario” de Benedicto XVI, vigilarlas y examinarlas para evitar “hipotéticas bombas” –la misiva informa que “al día siguiente de la primera inspección” tuvo lugar el accidente en la Línea 1–, desactivar antenas repetidoras de los teléfonos móviles, pedir a los vecinos del centro de la ciudad “que hagan de espías y que comuniquen inmediatamente si alguna persona desconocida” había alquilado recientemente pisos o traer de otras ciudades españolas “5.000 policías de uniforme”.
Despilfarro y tala de árboles
Otro de los objetivos del pásalo es criticar el despilfarro que se ha realizado para la visita de Joseph Ratzinger: acondicionar, en todos los lugares por los que el Papa descendía de su papamóvil, “sofisticados sistemas ocultos que crean miniclimas para rebajar las temperaturas a unos 24 grados, con un coste aún no comunicado”; o levantar “un gran túmulo con un altar de 2.500 metros cuadrados en el espacio del antiguo río”, por lo que ha sido preciso “talar árboles, algunos muy antiguos”.
Tampoco se olvidan del “enorme gasto en jardinería” del Ayuntamiento de Valencia, que “se ha incrementado enormemente al cambiar las flores perecederas de los jardines por compuestos de colores amarillo y blanco, los colores del Vaticano”.