Los agentes consideran que la música punk y el aspecto de los chicos no se ajustan a los valores islámicos.
- La policía de la región más islamista detiene a 65 jóvenes en un concierto y les rapa las crestas
- Las autoridades han decidido internarlos en un centro de "reeducación"
- "No estamos violando sus derechos", explica un agente, "les ponemos en el camino moral correcto"
La policía de la región más conservadora de Indonesia (Aceh, la única del país donde está implantada la ley islámica) detuvo el sábado a 65 jóvenes punk en un concierto y los sometió a una "limpieza espiritual", según declaró a la agencia AP el jefe de la policía local.
Los agentes les raparon sus crestas con maquinillas de afeitar, les quitaron los piercing, les sacaron del cuello sus collares de perro y finalmente los desnudaron y bañaron a todos juntos. Así mismo, el jefe de la policía les entregó un cepillo de dientes a cada uno y les gritó: "¡Usadlo!".
Los agentes consideran que la música punk y el aspecto de los chicos no se ajustan a los valores islámicos. Está estrafalaria anécdota supone el último esfuerzo que han hecho las autoridades de Aceh para imponer su estricta moral en esta provincia del país asiático, una nación de 240 millones de habitantes de mayoría musulmana.
Aceh es un lugar en el que el adulterio se puede castigar con la lapidación y donde se ha llegado a azotar en público y encarcelar a homosexuales. Las mujeres deben llevar velo y no pueden llevar pantalones apretados.
Esta región -que en 2005 pactó con el Gobierno central un aumento de su autonomía tras poner fin a un proceso de lucha separatista- está situada más al norte de la isla indonesia de Sumatra. En 2004 fue la zona más devastada por el tsunami que barrió trágicamente los países de la ribera sur del océano Índico, dejando 230.000 muertos. De todos los fallecidos, 167.000 murieron en la isla de Sumatra.
Los punk de esta zona llevan meses quejándose de que los hostigan, pero la redada del sábado ha sido el peor episodio que han padecido.
Tras la detención colectiva -en Banda Aceh, capital provincial- docenas de punkis fueron conducidos en furgones a un centro de detención en las montañas (a 60 kilómetros) para ser reeducados durante diez días. Luego se los devolverán a sus familias.
Uno de los jóvenes detenidos, llamado Fauzan, estaba indignado con la Policía. "¿Por qué, por qué me han quitado mi pelo? No le hacíamos daño a nadie, es solo nuestra forma de expresarnos. ¿Por qué nos tratan como criminales?".
El jefe de la Policía, Iskandar Hasan, no cree que les hayan hecho nada malo. "No estamos torturando a nadie, no estamos violando los Derechos Humanos. Simplemente estamos poniendo a estos chicos en el camino moral correcto".
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