Después de cuatro décadas de democracia y a pesar de que la Constitución consagra un Estado aconfesional, la Iglesia católica mantiene buena parte de los privilegios que tuvo durante la dictadura franquista. En especial en los campos fiscales, económicos y educativos el poder eclesiástico permanece como cuentan Juan G. Bedoya en su reportaje El fisco episcopal;Julián Casanova en su artículo La Iglesia que sirvió a Franco; y Francisco Delgado, en su crónica Las aulas, un suculento negocio para la Iglesia. Los tres artículos forman parte del bloque de portada de mayo de tintaLibre, el mensual en papel de infoLibre.
En las parcelas de política y de economía, tintaLibre dedica una crónica (Más alarmados y menos tolerantes con la corrupción), firmado por la analista Marta Romero; y un artículo literario (España: entre la picaresca y el esperpento), a cargo del escritor Julio Llamazares, a la plaga de actitudes delictivas en administraciones públicas y grandes empresas. Como perfil de un personaje, el periodista Luis Pintor, un especialista en información económica, retrata la trayectoria de Mario Conde (El hombre que “no necesitaba robar”) con una caricatura de Leandro Barea del exbanquero que ha vuelto a ingresar recientemente en prisión.