El arzobispo de Valladolid, Braulio Rodríguez pregunta “¿Por qué tenemos que soportar semejante desmesura?”
Cuando apenas restan unas horas para la misa de las familias organizada por el cardenal Rouco en la plaza de Colón, en Madrid, y pese a que oficialmente se continúa diciendo que la misma "no tendrá carácter político, sino pastoral", algunos obispos han decidido "echar el resto" y denunciar la "legislación irracional" que, sobre la familia y la moral sexual, ha elaborado el Gobierno.
Uno de los más radicales ha sido el arzobispo de Valladolid, Braulio Rodríguez, quien en su pastoral de esta semana arremete contra la "zafia campaña del Ministerio de Sanidad" sobre el uso del preservativo en las relaciones sexuales entre los más jóvenes.
Condón, «sexo inseguro»
"¿Por qué tenemos que soportar semejante desmesura?", apunta el prelado, quien se cuestiona "¿quién es el Gobierno para adoctrinar a los adolescentes, menores de edad, en áreas que competen fundamentalmente a los padres? ¿Por qué nuestros políticos no se dedican a resolver los verdaderos problemas de los ciudadanos, en vez de tratar, con su supuesta progresía, de ganar votos de jovencitos burgueses proporcionándoles sexo seguro, que es inseguro y que embrutece?
Por su parte, el secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, denunció a EP que en España "no ha habido nunca" una legislación sobre el matrimonio "tan irracional" como la actual. En su opinión, "las leyes españolas no lo reconocen [el matrimonio] y esto tiene unas consecuencias para la vida social de una trascendencia incalculable".
Aunque no acudirá a Madrid, el vicepresidente del Episcopado, Ricardo Blázquez, ha emitido un mensaje para la jornada de la Familia que él celebrará en la diócesis de Bilbao en el que insiste en que "algo no va bien" en lo referente a la familia en España.
El obispo ha deseado que la sociedad española puede aún "superar la desfiguración sustancial que significa llamar matrimonio a la unión de dos personas del mismo sexo", y ha animado a los católicos a "echar el resto y hacer todos los esfuerzos posibles para cuidar" sus familias.