Zapatero estima que en España viven ahora 250.000 inmigrantes sin permiso de residencia y afirma que no habrá nuevas regularizaciones. La solución para los sin papeles es “repatriar”. “Con dignidad y con acuerdos con los países, porque si no, no se repatría. Lo demás es pura demagogia”. Su receta para los próximos años consiste en “fortalecer los flujos legales y ayudar más a la cooperación en los países de origen”.
En la entrevista concedida a EL PAÍS el pasado miércoles, el presidente del Gobierno asume toda la responsabilidad en la gestión del proceso de paz: “Ha supuesto un esfuerzo muy grande. He hecho lo que tenía que hacer”. Y remacha: “Lo único que espero de ETA es el fin. Nada más. El fin de la violencia. Radical, total, indubitado, incondicionado”. El líder socialista sostiene que ETA está “muy débil” y que se ha quedado sin apoyos en el País Vasco.
El presidente del Gobierno defiende la gestión económica de su Gobierno y se muestra esperanzado. “Si mantenemos un nivel de crecimiento en torno al 3% en un contexto de desaceleración mundial […] cuando el viento de la economía mundial se serene, podemos otra vez volver a relanzar nuestra economía a un crecimiento muy fuerte”, explica.