Alternativa para Alemania (AfD), el partido soberanista que lleva meses subiendo en las encuestas, lo tiene todo en contra: medios de comunicación, un estamento político que ha permitido que se les espíe, servicios de inteligencia y, ahora, el episcopado.
Los obispos bávaros han reaccionado con insólita dureza al reciente éxito electoral de AfD en Baviera, uno de los estados más ricos y poblados de la República Federal. Según declararon los obispos al final de su asamblea plenaria de otoño en Múnich, los soberanistas están usando las libertades que les permite el sistema para destruirlo. Como presidente del episcopado bávaro, el cardenal Reinhard Marx, de Múnich, subrayó que los obispos bávaros estaban unidos en esta valoración de la situación política.
Los obispos hacen un llamamiento a los poderosos y a todos los partidos del espectro democrático para que se opongan resueltamente a los populistas y a los extremistas. Hay que trazar una línea clara contra los extremistas de derecha. Para los cristianos, es inaceptable votar a partidos que difunden opiniones nacionalistas, racistas o antisemitas o que las toleran en sus filas. Tampoco entienden «cómo alguien con tal actitud podría asumir responsabilidades en la Iglesia», según el comunicado final.
Según un estudio del Grupo de Investigación Electoral, el 14 por ciento de los votantes católicos votaron por la AfD en las elecciones estatales en Baviera el 7 de octubre. Este porcentaje es solo ligeramente inferior al voto total del partido. Con respecto a los acontecimientos políticos, los obispos destacaron la importancia del Centro de Excelencia para la Democracia y la Dignidad Humana que establecieron en 2019. El centro hace una «importante contribución a la protección de la democracia».
