La ultraderecha y algunos dirigentes del PP solo tienen un objetivo: destrozar la democracia y todos los valores que ella conlleva. Para ello, no paran, ni van a parar, de intentar atacar estos valores con falacias y crispaciones argumentales.
Solo pretenden volver al siglo XX y a la dictadura; no quieren democracia ni libertad, aunque se apoyen en estas palabras de una manera hipócrita. Quieren imponer sus ideas de la forma dictatorial e intolerante más parecida al fascismo. El ‘pin parental‘ es una muestra de ello: no quieren comprender, ni comprenden, que los hijos e hijas no son de nadie y que su educación es un derecho social que deben adquirir.
Nuestros niños y niñas deben estar preparados para, de una manera responsable y con libertad, defender la igualdad de género, el reconocimiento de la diversidad sexual y afectiva y, sobre todo, saber luchar contra la discriminación social. Esto forma parte de los valores democráticos y los padres y madres fundamentalistas no deben ni pueden impedirlo. Estamos en el siglo XXI; los hijos e hijas no son de nadie sino que, como defiende nuestra Constitución (a la que Vox y algunos dirigentes del PP atacan continuamente de manera insensata) son sujetos de derecho.
Ximo Estal