La Unión de Comunidades Islámicas en la Región critica la falta de respeto y sensibilidad por el patrimonio andalusí y aboga por su explotación turística
El descubrimiento en el subsuelo del antiguo jardín de San Esteban de parte del arrabal de la Arrixaca de la Murcia de los siglos XII y XIII ha entusiasmado a los musulmanes residentes en la ciudad, que ayer a través de LA OPINIÓN sumaron su voz a los colectivos que reclaman la conservación del yacimiento y su puesta en valor, en lugar de la construcción de un parking subterráneo.
Mohamed Reda, secretario general de la Unión de Comunidades Islámicas en la Región, pidió a las autoridades que en los restos de la mezquita hallada en un extremo del solar -el más próximo al hotel NH Amistad- se cree un centro de culto simbólico "que puede ser un gran gesto de conciliación con el islam y un testimonio de la existencia de una cultura muy antigua que ha pervivido hasta hoy en esta ciudad".
Reda considera que sobre la Murcia árabe hay "un cierto abandono, olvido, o más bien, ignorancia" y pidió que los restos arqueológicos de este periodo se conserven "igual que se conservan los íberos o los romanos". El portavoz de la Unión de Comunidades Islámicas en la Región rechazó "la sistemática destrucción" del patrimonio árabe y dijo no entender "por qué siempre nos niegan y por qué se reniega de ese pasado árabe".
En este sentido, Reda exigió "más respeto" por la memoria y la cultura antigua de Murcia, y animó al Ayuntamiento y a la Comunidad Autónoma a aprovechar el hallazgo del barrio andalusí para rescatar un capítulo de la historia "que en Sevilla, Córdoba o cualquier otra ciudad sería un atractivo turístico de gran relevancia".
Los restos encontrados en San Esteban corresponderían a un barrio que bordeaba la muralla con más de medio centenar de casas, residencias palaciegas y una de las dos mezquitas descritas por Alfonso X en este arrabal de la Arrixaca surgido, según estudiosos como Juan Torres Fontes, por la necesaria expansión y grandeza de la Murcia del siglo XII y principios del XIII. Aquella urbe floreció bajo el mando de Ibn Ud, gobernante de Al-Ándalus, con quien el Reino de Murcia se asomó al mundo de la cultura con figuras de talla universal, como el poeta Ibn Arabí, el místico Ibn Sabin y el sabio Al-Ricotí.
El Foro Ciudadano de Murcia y la Asociación para la Conservación de la Huerta (Huermur) también reclamaron que no se destruya el yacimiento y criticaron el menosprecio e insensibilidad cultural hacia el legado arqueológico.
Por su parte, la Comisión de Patrimonio del Colegio de Arquitectos de Murcia solicitó ayer al Ayuntamiento y a la consejería de Cultura una visita guiada a los restos para elaborar un informe como órgano consultivo que podría ser clave para autorizar o denegar la concesión de licencia al parking.