El Colegio profesional acepta la sedación terminal a los pacientes que lo soliciten Francia abre la puerta al suicidio asistido y a la sedación terminal
Por primera vez, el consejo nacional del Colegio de Médicos franceses ha aceptado hoy la posibilidad de administrar una “sedación terminal” a aquellos pacientes que lo soliciten “de forma persistente y lúcida”. Apelando al “deber de humanidad”, el parecer de los médicos se refiere a los casos no contemplados por la ley de 2005, lo que allana el camino hacia una nueva regulación de la muerte digna prometida por François Hollande durante su campaña electoral.
El documento afirma textualmente que si “un grupo de médicos” lo decide, se podrá administrar “una sedación adecuada, profunda y terminal a las personas afectadas por una enfermedad irreversible que lo soliciten de forma persistente, lúcida y reiterada”, siempre que los cuidados médicos se hayan revelado “inoperantes” y hayan comenzado ya los cuidados paliativos.
La Ley Leonetti de 2005, recuerdan los médicos, responde a “un gran número de casos de pacientes terminales”, ya que autoriza a dar tratamientos que alivian el dolor aunque se sepa que acortan la vida, “pero no ofrece soluciones para ciertas agonías prolongadas ni para dolores psicológicos o físicos (…) incontrolables”.
El dictamen oficial asume una de las recomendaciones principales del informe del profesor Didier Sicard, enviado en diciembre a François Hollande como primer paso para la elaboración de la nueva ley que “ayude a morir a todas las personas que sufran una enfermedad incurable en fase terminal o avanzada”, según rezaba el programa electoral del actual presidente.
Sicard propuso que se aplique el espíritu y no la letra de la ley Leonetti, permitiendo que la sedación terminal (opiáceos que inducen el coma y luego la muerte) se amplíe a “todos los pacientes que lo soliciten de forma reiterada”, aunque su informe desaconsejó incluir la eutanasia en la nueva norma para evitar la división social.
El debate tomó nuevo aliento el 6 de febrero por una carta enviada por 250 médicos a Hollande en la que protestaban por la sanción a un médico de urgencias inculpado por “envenenar” a siete pacientes terminales. A pesar de estar prohibida, el número de casos de eutanasia registrado en Francia es de 3.000 al año, indicó hace unos días el responsable del Instituto Nacional de Estudios Demográficos, Nicolas Brouard.