Las estadísticas muestran también una sociedad española cada vez más laica. Si en 2008 existía un equilibrio entre el número de matrimonios civiles y religiosos, una década después, casi el 80% de las parejas se dio el sí quiero ante un juez, alcalde o concejal (122.472 enlaces) y solo el 23,2% (37.859) celebró su unión mediante el rito de la Iglesia.
En cuanto a la procedencia de los contrayentes, en 2018, el 83% de las bodas (136.102) se celebraron entre españoles, mientras que en el 14% de los eventos (23.092), uno de los dos cónyuges era extranjero y en el 2,59% (4.236), ambos cumplían esa condición.
En 2018 se celebraron 163.439 bodas, lo que representó una caída del 5,9% frente a las 171.454 de 2017, de acuerdo con el INE, en cuyas estadísticas se basa el informe. El descenso deja la tasa de nupcialidad en tres bodas por cada mil habitantes, incluyendo tanto las primeras como las segundas nupcias.
Además, en la última década, la edad media de los novios ha subido en cuatro años. Si en 2008 las mujeres se casaban a los 31 y los hombres a los 34, ahora lo hacen a los 35 y 38, respectivamente.