Asumen que el Poder Judicial claudicó en su defensa de los derechos humanos y de aquellos que fueron víctimas del abuso estatal
La principal organización gremial de jueces de Chile ha pedido este jueves por primera vez perdón por sus "acciones y omisiones" durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), en medio del debate generado por la próxima conmemoración del 40 aniversario del golpe de Estado contra Salvador Allende.
"El Poder Judicial y, en especial, la Corte Suprema de la época, claudicaron en su labor esencial de tutelar los derechos fundamentales y proteger a quienes fueron víctimas del abuso estatal", señaló en un comunicado la Asociación de Magistrados del Poder Judicial.
Este gesto se suma a distintas declaraciones de condena a las violaciones de derechos humanos y a peticiones de perdón hechas por políticos de derecha, como el ministro del Interior Andrés Chadwick o el senador Hernán Larraín, que fueron partidarios del régimen.
"El Poder Judicial pudo y debió hacer mucho más"
"Nuestra judicatura incurrió en acciones y omisiones impropias de su función, al haberse negado, salvo aisladas pero valiosas excepciones que nos honran, a prestar protección a quienes reclamaron una y otra vez su intervención", indicaron los magistrados.
La Asociación recalcó que "el Poder Judicial pudo y debió hacer mucho más", y puso como ejemplo el rechazo de miles de recursos de amparo en los tribunales, la negativa sistemática a investigar los hechos y la renuencia a acudir personalmente a centros de detención y tortura. "Estimamos que ha llegado la hora de pedir perdón", declaró la Asociación, que invitó a la Corte Suprema a realizar también una autocrítica por sus actuaciones y omisiones y por no dispensar a las víctimas "la protección jurisdiccional que tanto le fue reclamada".
Durante la dictadura, unas 3.200 personas fallecieron y 38.000 sufrieron prisión política o tortura. El régimen militar, que se prolongó por 17 años, contó no solo con el apoyo de las Fuerzas Armadas sino también con la anuencia de influyentes sectores civiles, entre ellos el Poder Judicial, poderosos grupos empresariales y varios medios de comunicación.
Los jueces invitan a la Corte Suprema a realizar también una autocrítica
La semana pasada, los partidos políticos chilenos reabrieron el viejo debate sobre la necesidad de que aquellos que estuvieron en connivencia, directa o indirectamente, con el régimen de Pinochet pidan perdón. Las declaraciones más criticadas han sido las realizadas por la candidata presidencial de la Alianza -coalición gobernante de centro-derecha-, Evelyn Matthei. "Yo tenía 20 años cuando fue el golpe de Estado, no tengo nada por lo que pedir perdón", dijo.
Ante la intensa polémica, la portavoz gubernamental anunció el pasado viernes que los candidatos presidenciales no serían invitados al acto conmemorativo para evitar que este tema incida en la campaña para las elecciones del próximo 17 de noviembre. Sin embargo, finalmente el presidente chileno, Sebastián Piñera, ha decidido "convidar a todos y a todas para poder unirnos en torno a la conmemoración de una fecha tan importante y tan grabada en la memoria de los chilenos". "Espero que tengamos un acto de unidad", ha explicado.
A pesar de ello, el presidente del Partido Socialista -miembro de la Nueva Mayoría-, Osvaldo Andrade, ha adelantado que la coalición izquierdista no acudirá. "No nos es posible participar en un acto organizado por un Gobierno lleno de cómplices pasivos (de la dictadura militar)", ha aclarado. Si bien, ha hecho un llamamiento "a todos los chilenos para que la conmemoración de los 40 años del golpe militar y de la muerte del presidente Allende se realice con una actitud de reflexión, tranquilidad y paz".
La Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos marcha hacia el monumento al expresidente chileno Salvador Allende.- EFE
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