Su entusiasmo por destruir la asignatura Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos -lo que consiguió, gracias a la mayoría popular, en sus inicios como ministro- le llevó a mentir públicamente sobre los contenidos de esa asignatura. ¡Vade retro Satanás!, debió de pensar este democristiano del Partido Popular leyendo la maldad de tal asignatura.
En nombre de la Iglesia
Después de que el Tribunal Supremo, mediante dos de sus sentencias, haya prohibido que “los colegios que segregan por sexo no tienen derecho a financiarse con medios públicos” -conforme sintetizaba el editorial de El País de ayer-, resulta que nos encontramos con este Gobierno de la derecha buscando cómo plantar cara a los jueces. Al parecer, esto lo gestiona Wert en nombre de Rajoy -ahora que se nos ha hecho místico- y de la Santa Madre Iglesia católica, apostólica y romana.
El Opus Dei
El citado editorial merece ser reproducido literalmente en su último párrafo: “En España, la mayoría de colegios que segregan están vinculados al Opus Dei y no lo hacen tanto por las supuestas ventajas pedagógicas como por razones morales. Evitar el contacto entre chicos y chicas. Son las mismas razones que durante el franquismo impusieron la separación en las escuelas y que se reflejaron en una encíclica del papa Pío XI: “La escuela mixta promueve la promiscuidad y la igualdad”. “Hasta ese punto pretenden algunos retroceder”
Wert se confunde de país
Wert, estos días, se ha refugiado en la Unesco de 1960. Se confunde de país –España, por fortuna, no es la España clerical del nacional catolicismo- y se confunde también acerca de los usos y costumbres de la inmensa mayoría de países democráticos. La Iglesia integrista sigue anclada en el pasado. Les parece mal que los niños y las niñas vayan juntas a los colegios. Siguen los jerarcas católicos creyendo que Eva pecó comiéndose la manzana. Y con Eva mezclan a todas las mujeres que para ellos son sospechosas. Los chicos con los chicos y las chicas con las chicas viene a ser algo vetusto y bochornoso. Así les va a una Iglesia que poco tiene que ver con los evangelios y menos aún con Jesús de Nazaret.