Asóciate
Participa

¿Quieres participar?

Estas son algunas maneras para colaborar con el movimiento laicista:

  1. Difundiendo nuestras campañas.
  2. Asociándote a Europa Laica.
  3. Compartiendo contenido relevante.
  4. Formando parte de la red de observadores.
  5. Colaborando económicamente.

Los islamistas arrasan en las elecciones legislativas marroquíes

El Partido Justicia y Desarrollo obtiene casi el doble de escaños que la formación nacionalista Istiqlal

Los islamistas ganaron las elecciones marroquíes y por eso, de acuerdo a la nueva Constitución, un dirigente del vencedor Partido Justicia y Desarrollo (PJD) se convertirá en el presidente más poderoso de Marruecos desde la independencia.

Con el 73% de los votos escrutados, el PJD obtenía 80 de los 288 escaños atribuidos hasta el momento, casi el doble que el Partido conservador y nacionalista Istiqlal, que quedó en segundo lugar con 45 escaños. A la formación liderada por el todavía primer ministro, Abbas el Fassi, la siguieron Reunión Nacional de Independiente (RNI), con 38 y el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), con 33.

Desde que se cerraron las mesas electorales el viernes a las 19 horas, militantes y seguidores del PJD, fundado hace 15 años, se reunieron en su sede de Rabat para celebrar el triunfo. A medida que el ministro de Interior, Taieb Cherkaui, iba actualizando el escrutinio iba aumentando el número de asistentes, así como las sonrisas eufóricas. La victoria del PJD en todas las grandes ciudades, incluso en puntos estratégicos como Sidi Ifni, la puerta del Sáhara. Gritos de "Ya está aquí el PJD" o "El PJD es el que ha ganado" se pudieron oír hasta entrada la madrugada.

"Cambio histórico"

"Hemos obtenido un resultado mejor del esperado", declaró Abdelilá Benkirán, secretario general del PJD, ante sus simpatizantes. "Es un cambio histórico", resaltó Mustafá Khalfi, coordinador del programa de este partido.

Esta podría ser la tercera victoria de los islamistas en los comicios celebrados desde que empezara la Primavera Árabe, según lo que ocurra mañana en las legislativas de Egipto y después de que Ennahda ganara en Túnez sólo hace un mes.

El panorama político en Marruecos es bien distinto debido al poder de la monarquía. Será el rey Mohamed VI quien elija al primer presidente del Gobierno, nueva figura desde las reformas constitucionales aprobadas en referéndum el 1 de julio.

Entre los cambios, destaca que el monarca debe elegir ahora como jefe del Gobierno de forma obligatoria a un miembro del partido más votado y, además, el presidente podrá nombrar a todos los ministros excepto al de Asuntos Religiosos, que sigue dependiendo de Mohamed VI.

Los nombres que se barajan para la Presidencia marroquí son el de Benkirán, a pesar de no contar con la simpatía del monarca, y el del presidente del Consejo Nacional, Saad Eddine El Ohmani. Este era secretario general del partido en los comicios de 2007, y resultó el más votado aunque no pudo gobernar por no conseguir los suficientes escaños.

Reformas dentro del sistema

Abdelah Benkirán ha querido ganarse el apoyo del rey durante su campaña electoral, teniendo siempre presentes las reformas monárquicas. Ayer, al conocer los resultados ofrecidos por el Ministerio de Interior, aseguró que "el pueblo marroquí ha escuchado nuestro llamamiento: quiere que haya reformas necesarias y quiere también estabilidad (dentro del) sistema monárquico".

A pesar de ser el partido más votado, el PJD tendrá que gobernar en coalición ya que en Marruecos es muy difícil conseguir la mayoría absoluta dada la atomización parlamentaria. Los aliados favoritos de los islamistas son los tres partidos que integran la Kutla (Unión Socialista de Fuerzas Populares, Istiqlal y Partido del Progreso y del Socialismo), un bloque que surgió en los años noventa.

Por el contrario, la diputada del PJD Ouafi Nezha confirmó a Público que resulta difícil imaginar acuerdos entre los islamistas y algunos grupos de la alianza liberal conocida como G8, formada por partidos políticos cercanos al rey y que surgió para esta campaña electoral con el fin de sumar votos y tener acceso al poder. La alianza del G8 ha servido también para esconder a algunos políticos muy criticados y con una imagen muy desgastada desde que comenzasen las manifestaciones a principios de año.

El gran derrotado ha sido el líder de la RNI y actual ministro de Economía y Finanzas, Salahedin Mezuar. El ministro aseguró durante la campaña electoral que mantendría la coalición con el G8 en caso de perder las elecciones y que ahora habrá que esperar a ver si cumple sus promesas.

La baja participación, sólo votaron alrededor del 28% de los de ciudadanos mayores de 18 años, ha convertido también en ganador al Movimiento 20 de Febrero, integrado por dos formaciones islámicas, partidos de izquierda y jóvenes contestatarios, que han pedido el boicot durante las últimas semanas. Hoy mismo han convocado una manifestación delante del Parlamento para continuar con las protestas que han llevado a que Mohamed VI acometiese las reformas de la Constitución.

Este colectivo se muestra muy crítico con la jornada electoral y, sobre todo, con el recuento de votos y cifras ofrecidas por el Ministerio de Interior. "Las estadísticas están pactadas y no creemos en unas elecciones limpias y transparentes, menos aún con una Constitución dictatorial y con candidatos relacionados con el mundo de los sobornos y de la corrupción dentro de las instituciones marroquíes", explica a este periódico la activista Omnia Nur.

Papeletas pintadas

Algunos de los ciudadanos que no están conformes con el régimen sí se acercaron a votar el viernes, pero lo hicieron sin señalar ninguna casilla o escribiendo frases insultantes. "Comerciantes", "Mucho partido y ningún trabajo", "Ninguno gana" son algunos de los textos que pudo leer Irene Fernández, observadora del equipo del catedrático de Historia Contemporánea del Islam Bernabé López García, en el colegio Ibn Tufail de Salé, población aledaña a Rabat. Esta voluntaria asistió a la quema de las papeletas sobrantes después de cerrar los colegios electorales para evitar posibles fraudes.

Francine John Calame, miembro de la delegación de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE), aseguró en rueda de prensa que "las elecciones se han desarrollado en una atmósfera tranquila, donde los votantes pudieron elegir libremente".

Sin embargo, este organismo no dejó pasar algunas irregularidades que se cometieron durante la campaña electoral, como "la compra y venta de votos, la utilización indebida de recursos de la Administración -financiación de campañas políticas con dinero público- e intimidación y presiones sobre personas que llamaban al boicot". También llamaron la atención sobre las papeletas que "llevan a la confusión".


Los islamistas ganan por primera vez las elecciones de Marruecos

El Partido Justicia y Desarrollo gana las elecciones legislativas y ofrece a tres formaciones laicas formar una coalición para dirigir el país

Ignacio Cembrero. El País, 26-11-2011

Los islamistas marroquíes ganaron con una mayoría relativa unas elecciones legislativas que han sido, probablemente, las más libres desde la independencia del país hace 55 años. El rey Mohamed VI nombrará, por primera vez, la semana próxima a un primer ministro barbudo del vencedor Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD) porque así lo estipula la nueva Constitución.

El ministro del Interior, Taieb Charkaui, compareció el sábado, casi 18 horas después del cierre de los colegios, para proporcionar unos resultados parciales que arrojan una clara victoria del partido islamista. Hoy domingo se conocerán, por fin, los resultados definitivos.

Marruecos se suma así, a su manera, a la ola de cambios que atraviesa casi todo el mundo árabe y que empezó hace casi un año en Túnez. Hace un mes la elección de la Asamblea Constituyente tunecina arrojó también un triunfo islamista, el de Ennahda, que obtuvo el 41,5% de los sufragios.

Voto rural

El éxito de sus correligionarios marroquíes ha sido más modesto porque el sistema electoral sobrepondera el voto rural y fragmenta el Parlamento. Los islamistas y los partidos históricos deben además competir con formaciones artificiales de notables, con escaso arraigo, pero con mucho dinero para sus campañas.

Aun así, el PJD logró 80 de los 288 escaños hasta ahora atribuidos (28,5% de los sufragios) situándose por delante de los nacionalistas del Istiqlal (45 escaños) y de dos de esas formaciones que solo emergen en vísperas electorales, el Reagrupamiento Nacional de los Independientes (RNI, 38 escaños), y el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM, 33 escaños) fundado en 2007 por un gran amigo del rey.

Quedan otros 107 escaños por repartir, hasta alcanzar los 395 del Parlamento, de los que 90 corresponden a la lista nacional de mujeres y jóvenes. La dirección del PJD da por descontado que obtendrá al menos 25 de los diputados de esta lista con lo que superará holgadamente los cien escaños en el hemiciclo.

Cambio histórico

“Hemos obtenido un resultado mejor de lo esperado”, declaró Abdelilá Benkiran, el secretario general del PJD, en la sede de su partido en la madrugada del sábado. “Se trata de un cambio histórico”, afirmaba entre vasos de té Mustafá Khalfi, coordinador del programa electoral islamista.

El PJD ganó holgadamente en todas las grandes ciudades del país y en la mayoría de los núcleos urbanos, sobre todo en el norte. En Tánger, por ejemplo, conquistó tres de los cinco escaños. Incluso en Anfa, el barrio más acomodado de Casablanca, los islamistas cosechan el 42% de los sufragios y lograron dos de los cuatro escaños de la circunscripción. Tras el anuncio de los resultados, caravanas de coches recorrieron el centro de Rabat y Casablanca tocando la bocina y sacando por las ventanillas banderas con una lámpara de aceite, el emblema del PJD.

Para gobernar el PJD necesita formar una coalición. Los lugartenientes de Benkiran habían mostrado su preferencia por los tres partidos históricos y laicos (Istiqlal, socialistas y ex comunistas), pero el líder islamista dejó caer que, si era necesario, se podría ir más allá y “concertarse con todos excepto con el PAM”, descrito por la prensa como el “partido del rey” porque lo fundó su amigo.

Alianzas

“Sí, sí”, contestó el actual primer ministro y líder del Istiqlal, Abbas el Fassi, cuando le preguntaron si aceptaría aliarse con los islamistas. Hasta el secretario general socialista, Abdelwahed Radi, reacio hasta hace poco a colaborar con el PJD, rectificó hoy: “Estamos abiertos a la concertación”, declaró.

El próximo primer ministro será el más poderoso de cuantos ha tenido Marruecos. La nueva Carta Magna ha supuesto un recorte de las atribuciones del monarca en beneficio del jefe del Gobierno que, por ejemplo, podrá ahora nombrar a todos los ministros excepto al de Asuntos Religiosos, que sigue dependiendo del rey.

Las legislativas del viernes suponen un doble revés para las actuales autoridades de Marruecos. No solo el dique anti islamista no ha resistido, sino que tan solo el 45% de los 13,5 millones de electores inscritos han acudido a las urnas pese a que fueron las primeras elecciones tras la aprobación de la Constitución. La participación sigue siendo baja, pero es algo más elevada que en 2007, cuando alcanzó el 37%.

Participación

En realidad, tan solo uno de cada cuatro marroquíes en edad de votar depositó una papeleta de las que un 10% fueron nulas o en blanco. En Marruecos hay aproximadamente ocho millones de ciudadanos mayores de 18 años que no están inscritos en las listas electorales, por negligencia o por rechazo al sistema, y en el extranjero hay otros tres millones de emigrantes adultos que, en la práctica, no puede votar en las legislativas aunque sí pudieron hacerlo en el referéndum constitucional.

Los observadores electorales de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa lamentaron, en un comunicado, la no inscripción como electores de millones de ciudadanos y el procedimiento establecido para que voten los emigrantes que dificulta su participación.

Una parte de la abstención es achacable a los llamamientos al boicoteo de las urnas que hizo el Movimiento del 20 de Febrero. Compuesto por jóvenes estudiantes, tres pequeños partidos de izquierdas y la gran asociación islamista Justicia y Espiritualidad, convoca desde hace diez meses manifestaciones en pro de la democratización del país.

El líder del PJD, Abdelilá Benkiran, tras confirmarse su victoria. / ABDELHAK SENNA (AFP)

Archivos de imagen relacionados

  • islamista Marruecos2011
Total
0
Shares
Artículos relacionados
Total
0
Share