En Líbano, grupos de internautas dedicados a la lucha contra la confesionalización de los discursos en las redes sociales se multiplicaron estos últimos meses. Su objetivo es “limpiar” Internet de los que tienen discursos sectarios y de odio.
Un discurso sectario, discriminatorio y racista, provocado y alimentado por las tensiones político-religiosas que existen en Líbano, vio la luz particularmente a causa de la crisis en Siria. Y como los libaneses son muy conocedores en materia de redes sociales, la influencia de este discurso obre las mentes y el comportamiento de la gente está lejos de ser despreciable.
Líbano, activo en las redes sociales
Líbano forma parte en efecto del Top 5 regional en término de penetración de Facebook, Twitter, Linked-in y demás plataformas. Un millón y medio de libaneses se conectan regularmente sobre las redes sociales, es decir cerca de un tercio de la población. Desde el principio de la crisis en Siria, los libaneses se sueltan sobre las redes sociales en el sentido negativo del término. A menudo, el enfrentamiento virtual toma una connotación sectaria, particularmente entre sunitas y chiitas. Insultos, incitaciones al odio, disputas alrededor de la legitimidad entre ambas ramas del Islam. La semana pasada, la ciberguerra prendió fuego después del llamamiento al yihad lanzado por dos jeques integristas sunitas para sostener a los rebeldes sirios frente al Hezbollah chiita, al que acusan de combatir al lado del régimen sirio.
Los cristianos son, de cierto modo, unas víctimas colaterales de la confrontación entre sunitas y chiitas. Por ejemplo, la participación del patriarca maronita a la ceremonia de entronización del nuevo jefe de la Iglesia ortodoxa en Damasco, en febrero, había dado lugar a un violento altercado. En el origen de este incidente, una pequeña frase de un militante sunita que había acusado al prelado de celebrar una " misa satánica " en la capital siria. El comentario había provocado una violenta protestación.
Esta deriva sectaria produce visiblemente muchos descontentos. Han decidido organizarse. Se trata de jóvenes libaneses de tendencia política y de pertenencia religiosas diversas, que tienen sin embargo un punto en común: su rechazo del discurso sectario, de las provocaciones religiosas y de la incitación al odio. Han formado grupos de acción y han creado páginas en Facebook, para denunciar y luchar contra los que incitan a la violencia. El último creado de entre estos grupos se llama « Activistas contra el confesionalismo ». Pero también hay otros, más antiguos, como " Jóvenes por un Líbano Laico », o también «Libaneses ante todo».
Los policías anti confesionales
En una primera etapa, los internautas libaneses son invitados a señalar los contenidos racistas y de odio en las redes sociales a activistas que se hacen llamar "los policías anti confesionales". Después de un trabajo de comprobación, y si estos contenidos son efectivamente considerados racistas y sectarios, una amplia campaña de denuncia es emprendida para presionar los administradores de Facebook a eliminar ciertos contenidos.
Ya consiguieron cerrar varias páginas o constreñir otros a modificar su contenido.
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