“Es una lástima que Rouco Varela no aglutine a los empresarios para luchar contra la pobreza”, lamenta la presidenta de Red Laica para la Igualdad y la Diversidad. Izquierda Unida pedirá por segunda vez al Gobierno información sobre cómo se va a financiar la Jornada Mundial de la Juventud en 2011 que será esponsorizada por empresarios entre los que se cuenta Gerardo Díaz Ferrán.
La noticia conocida esta semana sobre el casi medio centenar de empresas aglutinadas por el Arzobispo de Madrid Antonio María Rouco Varela para financiar la vista a España de Benedicto XVI con motivo de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en 2011 promete controversia. Las primeras voces en denunciar estos hechos han sido organizaciones como Red Laica para la Igualdad y la Diversidad o formaciones políticas como Izquierda Unida que volverá a pedir explicaciones al Gobierno sobre la financiación de este acto considerado por el Ejecutivo de “interés público”.
La vista del Papa costará 50 millones de euros, de los cuales, la mitad serán financiados por la administración pública y el resto por un conglomerado de empresas agrupadas por Rouco Varela en torno a la Fundación Madrid Vivo que él mismo preside. Empresas como el Banco de Santander, Telefónica, el Corte Inglés, Iberia, OHL, o FCC; y empresarios como Gerardo Díaz Ferrán que han mostrado su disposición a colaborar económicamente para este acto, como así se lo trasladaron al Papa en audiencia privada. “Puede usted contar con ellos de manera incondicional y permanentemente, siempre, con ellos” fueron las palabras de Rouco Varela a Benedicto XVI”, según lo publicado por los diarios Público y El País.
“Es curiosa la desfachatez de Gerardo Díaz Ferrán, presidente del conglomerado de empresas que incluye a Viajes Marsans o Air Comet, empresas al borde de la quiebra y que mantienen a sus empleados sin cobrar la nómina estos últimos meses, que aporta cantidades ingentes de dinero para la visita del Papa, pero no para pagar la nómina de sus propios empleados. Es curioso que financie una Jornada Mundial de la Juventud, mientras que postra en la miseria a los jóvenes empleados en sus empresas. Ese es el concepto de solidaridad de la Iglesia Católica y de sus adláteres”, señala indignada Leire Díez, Presidenta de Red Laica para la Igualdad y la Diversidad.
El diputado nacional de Izquierda Unida Gaspar Llamazares, en coordinación con la responsable del área de juventud de esta formación, Esther López Barceló, cursó en diciembre de 2009 una pregunta al Gobierno relacionada con este asunto. Le pedía información sobre cómo se iba a financiar el evento, a cuánto ascendería la ayuda económica prevista y en ejecución de qué partida de los Presupuestos Generales del Estado. También le planteaba si consideraba que una contribución de fondos públicos a una iniciativa eclesiástica y eventuales exenciones a empresas para un acto de este tipo era “compatible” con la definición aconfesional del Estado, así como si el Gobierno considera que este tipo de ayuda es “excesiva” dada la “ingente contribución económica” que el Estado asigna a la Iglesia Católica cada año.
La respuesta no pudo ser más somera. El Gobierno calificaba el acto como un “acontecimiento de excepcional interés público a los efectos de lo dispuesto en el artículo 27 de la Ley 49/2003, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo”. Ello significa que dichas empresas obtendrán exenciones fiscales que podrían llegar hasta el 80% del dinero invertido.
“Es una lástima que el Cardenal Rouco Varela no considere más importante aglutinar a los empresarios para luchar contra la pobreza, o para ayudar a los más necesitados”, lamenta por su parte Leire Díez, que coincide con Esther López en denunciar la “indecencia” y la “obscenidad” que supone que el Ejecutivo “dedique la más mínima cantidad de dinero a actos propagandísticos religiosos de este tipo, mientras en el día a adía el Gabinete de Rodríguez Zapatero castiga a la juventud pese a ser uno de los sectores más débiles de la sociedad”, dijo la dirigente de IU.
La presidenta de Red Laica pone el acento en que la Iglesia Católica, “que siempre se ha jactado de luchar contra la pobreza y de repartir y ayudar a los más necesitados”, demuestre con este tipo de noticias que “lo único que busca es ampliar su propio negocio, eso sí, con la inestimable ayuda de ese Estado-España al que tanto critican cuando se aprueban leyes que no les gustan”, dice en referencia a la ley del aborto o a la de los matrimonios gays.
Para Díez, “la cúpula de la Iglesia Católica, no busca el bien común, sólo el propio, y para ello pone todo su empeño. Pone cada vez más veces de manifiesto el poco interés que tienen por lo que no sean ellos mismos”, resalta, al tiempo que recuerda que “con las cantidades ingentes de dinero que se dedicará a unos cuantos días para el lucimiento del Papa y el resto de la jerarquía de la Iglesia Católica en España se podrían haber llevado a cabo muchos programas para ayudar, de manera efectiva, a muchos jóvenes con problemas de integración, con falta de recursos, que tienen ideas innovadoras que no encuentran mecenas para sacarlas adelante”.