¿Cómo se nombra a un obispo? ¿Con qué criterios? ¿Y por qué se le cesa? “El criterio no es muy transparente ni comprensible”, asegura la vicepresidenta del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK), Claudia Lücking-Michel, quien ha solicitado que los laicos tengan voz en el nombramiento y destitución de obispos.
En un momento en que los escándalos han azotado a varios obispos alemanes a causa de la falta de rigor en la actuación contra los abusos a menores, así como a otros aspectos económicos, la ‘número dos’ de la mayor organización de laicos católicos de Alemania lamenta que sea “sólo el Papa” quien tenga la potestad para decidir el futuro de una diócesis, a través del destino de su pastor. Una propuesta que vale en el caso de Woelki, pero también en el contrario, con el del cardenal Marx, cuya dimisión no fue aceptada por el Pontífice.
En general, según apunta Katholisch.de, la teóloga insiste en que “falta seguridad jurídica, investigaciones independientes, procedimientos vinculantes y órganos de apelación en la Iglesia”, además de la libertad del propio candidato: “No hay que esperar a los resultados de costosos dictámenes de expertos, y no se puede delegar esa decisión en Roma”.
Las dimisiones no son suficientes para las víctimas
En este sentido, el canonista Thomas Schüller subraya en un artículo que sería conveniente que, antes de proceder a un nombramiento, o un cese, se pudiera hablar en organismos diocesanos, como el consejo sacerdotal o el consejo pastoral.
En todo caso, las dimisiones de obispos no son suficientes, especialmente para las víctimas de abusos. Así, una de las asociaciones de afectados, “Eckiger Tisch”, considera que la Iglesia “debe asumir una responsabilidad específica” y, “hasta el día de hoy, la Iglesia se niega a asumir la responsabilidad por el daño causado en las vidas de los afectados”. Esto es: pide perdón pero no se responsabiliza de la compensación.