Todos los establecimientos de buena parte del centro tendrá también prohibido que sus clientes beban en la calle, lo que ha llevado a los hosteleros a amagar con un cierre masivo en señal de protesta
La Asociación de Hosteleros de Sevilla ha comunicado este miércoles que “no se plantean” un cierre “total y organizado” de los establecimientos este fin de semana, en el que tiene lugar la procesión de clausura del II Congreso Internacional de Hermandades, tal y como habían amagado con hacer en protesta por la prohibición del Ayuntamiento hispalense de poner veladores o consumir bebidas en la calle. No obstante, avisan de que “decenas” de establecimientos “no podrán abrir al público debido a sus dimensiones y las condiciones de seguridad impuestas”.
En un comunicado, el sector advirte de la “consiguiente pérdida económica” en unas de las fechas “claves” para la hostelería como es el puente de diciembre. “Precisamente aquellos establecimientos y muchos otros, que fueron la bandera en campaña electoral con medidas como los tanques a la calle”, que esgrimió el alcalde, José Luis Sanz (PP), durante la campaña electoral de las últimas municipales. En respuesta a estas críticas, el regidor recordaba que ante un evento tan multitudinario “la prioridad es la seguridad ciudadana”, por lo que los veladores “no pueden estar en la calle”.
Esta postura supone un giro, ya que horas antes los hosteleros aseguraban que veían “inviable” abrir sus negocios como consecuencia de las “desmedidas” regulaciones que el Ayuntamiento de Sevilla “ha impuesto para los días 7 y 8 de diciembre”. Esto ha generado un “tremendo malestar generalizado” en el sector, que anunciaba un sondeo entre los asociados “para saber cuántos de ellos se plantea cerrar el domingo”.
Vigilantes en las puertas
“Por responsabilidad con nuestros clientes, que no son responsables de las medidas adoptadas por el Consistorio, se les atenderá de la mejor manera que sea posible. Es inconcebible que algunas de las medidas impuestas, como obligar la presencia de una persona en la puerta de los establecimientos para controlar la salida de comidas y bebidas, sea exclusivamente para negocios hosteleros, pudiendo el resto de sectores realizar ventas sin control alguno”, critican desde la asociación de hosteleros.
“Jamás ha estado sobre la mesa plantear medidas que puedan provocar la mínima merma en la seguridad pública, pero sí nos indigna la falta de previsión, pues aún hay establecimientos que no han recibido las notificaciones con las limitaciones impuestas”, señalan desde la AHS.
En este sentido, la “improvisación” acarrea, no sólo una “merma importante para los sectores económicos, sino una criminalización continua de aquellos empresarios y trabajadores que con su trabajo y esfuerzo solo luchan para ganar su sustento y, además, contribuir al crecimiento económico y de empleabilidad local”.